En este sentido, la Cámara coincide con el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, en valorar con rigor el nuevo contexto político y económico que se abre tras la decisión de los británicos de salir de la UE.

Además, cree oportuno la convocatoria de un gabinete de crisis, desde el que se realice un "diagnóstico claro" de la situación y se proponga un plan de actuación que minimice los efectos de la caída de la libra y su repercusión, fundamentalmente, en el sector turístico.

Por otra parte, la Cámara considera que el papel y la opinión de las patronales turísticas canarias es esencial a la hora de abordar esta crisis europea por su conocimiento de estrategias para diversificar mercados y menguar la repercusión de lo que es, hoy por hoy, el primer mercado de viajeros extranjeros del archipiélago con más de 3,8 millones de visitantes.

La Cámara cree, además, que pese al comportamiento "previsible y radical" de los mercados, las consecuencias de la decisión de los británicos de salir fuera de la Unión Europea dependerán de las negociaciones, que se prolongarán al menos dos años, tal y como recoge el Tratado de la UE para la salida voluntaria de uno de sus miembros.

A FAVOR DE LA CONSTRUCCIÓN DE EUROPA

La Cámara de Comercio aboga por seguir trabajando a favor de la construcción de Europa tras los resultados del referéndum sobre la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea, y considera que "la diplomacia, el diálogo y el entendimiento deben primar para que el proyecto común europeo, y con ello la competitividad empresarial y el bienestar colectivo, pueda superar el evidente riesgo en que se encuentra".

En este sentido, las Cámaras españolas apuntan a que es necesario empezar a trabajar desde este mismo momento en la negociación de una "salida ordenada" del Reino Unido para evitar complicaciones adicionales durante el proceso.

A su juicio, el avance en la integración comunitaria durante las últimas décadas ha beneficiado enormemente a los ciudadanos y las empresas europeas, impulsando de manera decidida reformas y políticas en aras del progreso económico y social sostenido, y el proceso, "aunque no exento de problemas y aún con importantes desafíos en el horizonte inmediato, ha mostrado la provechosa fuerza de la unión en el contexto global".

Asimismo, señala que la prosperidad en el mundo globalizado exige fortalecer los lazos políticos y económicos entre las regiones, la integración económica "y no el retroceso con el restablecimiento de barreras y restricciones del pasado".