Según se declaró probado por el juzgado, y consta en la sentencia de la Audiencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, el acusado fue condenado en 2005 por delitos de amenaza en el ámbito familiar, malos tratos y violencia de género y doméstica y tenía la prohibición de acercarse o comunicarse con su hija durante 15 años.

Pero, en octubre de 2015, acudió al domicilio de su hija, en Málaga capital y, según la resolución, empezó a gritar expresiones como "si no me dejas entrar vengo con un cerrajero y cambio la cerradura, si no me dejas entrar te mato", así como insultos, intentando acceder a la vivienda por la fuerza.

Dos días más tarde, volvió con la intención de entrar en la casa, aunque fue sorprendido por los agentes de la autoridad. Por estos hechos, se le condena por un delito leve de amenazas en el ámbito familiar, con la agravante de reincidencia; por otro de coacciones y por un delito continuado de quebrantamiento de condena.

La defensa del acusado presentó un recurso alegando error a la hora de valorar las pruebas, argumentando, además, la existencia de una enemistad entre padre e hija. La Sala rechaza el motivo expresado y apunta que la declaración de la víctima no puede entenderse como fruto de la venganza.

Así, apunta que si la hija ha denunciado al padre en varias ocasiones anteriores "no ha sido por capricho, sino por conductas violentas graves que han dado lugar a diversas condenas" del hombre, apuntando que se puede concluir que "ha venido desarrollando una conducta muy violenta hacia su familia".

El Tribunal señala que tampoco puede alegar que no tenía conocimiento de la prohibición de acercarse o hablar con su hija durante 15 años, cuando la sentencia en la que dictó fue de conformidad con el acusado, además de que ya había sido condenado a alejamiento con anterioridad.