La Guardia Civil da por seguro que el incendio provocado hace un mes en el cementerio de neumáticos de Seseña (Toledo) tuvo varios focos e investiga a empresarios y transportistas relacionados con el vertedero, así como a las instituciones por si han incurrido en alguna negligencia.

Fuentes del instituto armado han explicado que la semana pasada, cuando el incendio se dio por sofocado, los investigadores accedieron a la zona de Valdemoro en la que comenzaron las llamas y recogieron muestras que se están analizando en sus laboratorios.

A la espera de este resultado, los agentes continúan tomando declaración a numerosas personas e investigando a todos los empresarios relacionados con el cementerio (dueños del terreno y explotadores), así como a los transportistas que solían trabajar en el mismo.

Se trata de dilucidar tanto su posible implicación en el origen del incendio como probables responsabilidades penales o civiles por su actuación durante los últimos años, en los que se acumularon miles de toneladas de ruedas en ese descampado.

También se investigará a todas las instituciones relacionadas con el vertedero por si incurrieron en algún delito o falta debido a determinadas actuaciones o dejaciones en su tratamiento.

La Comandancia de la Guardia Civil ha asegurado que es pronto para confirmar si, como publica Interviú, el incendio fue provocado en cuatro puntos diferentes por un grupo de sicarios que podría haber sido contratados por dos empresarios valencianos y uno manchego. Sin embargo, la Guardia Civil ha confirmado ya la existencia de más de cuatro focos en el incendio.

Fuentes de la investigación han precisado que, según las pesquisas, los autores materiales tuvieron que acceder a la zona en algún vehículo y lo hicieron por la parte que pertenece al término madrileño de Valdemoro. Descartan que fueran caminando porque el trayecto es largo y a la vuelta hubieran sido vistos por los servicios de emergencia que acudieron nada más divisarse la negra columna de humo.

Además, tuvieron que tardar un tiempo en prender los neumáticos, para lo que utilizaron un acelerante. Las fuentes recuerdan que el caucho tarda mucho tiempo en coger la llama y los autores, toda vez que el incendio fue provocado, tuvieron que cerciorarse de que ardían antes de abandonar el lugar.

Fuentes jurídicas han explicado que no hay novedades significativas en este ámbito en relación con el incendio, ya que el Juzgado no tiene constancia de detenciones y se continúan practicando toda clase de diligencias, periciales y documentales.