Pocas horas después de que un hombre acribillara a balazos de madrugada a medio centenar de jóvenes en una discoteca de ambiente gay en Orlando, Florida (EE UU), la comunidad LGTB clamaba en redes sociales, como un grito mudo, que en pleno siglo XXI sigue sin haber un lugar en el mundo en el que las personas gay se sientan seguras. Ni siquiera en sus propios espacios en los que desarrollan su sentido de pertenencia. Porque en todos los continentes, cada día, hay lesbianas, homosexuales, transexuales y bisexuales que son objeto de agresiones y persecuciones por su orientación sexual.

El primer gran ataque de odio contemporáneo al diferente por su orientación sexual, antes de la persecución nazi, tuvo lugar en Holanda en 1730. La última agresión ocurrió en el domingo en la discoteca Pulse, de Orlando. En medio sufren persecuciones policiales, asesinatos en serie y legislaciones homófobas que castigan la homosexualidad hasta con la pena de muerte.

En los años 1730 y 1731 comenzó en Utrech (Países Bajos) una campaña de persecución a los homosexuales, que se extendió por todo el país. Está considerada como la más grave persecución previa a la realizada por los nazis. Las ciudades eran entonces los primeros focos de la cultura homosexual moderna, donde las relaciones se daban en locales específicos, habitualmente con espectáculos de travestis. Los Estados intentaron controlarlas, a menudo con violencia, y ejecutando a los homosexuales a modo de escarmiento. En Ámsterdam fueron ejecutadas en 1730 al menos 24 personas. Pero no fue la única. En Holanda aquel año se juzgó a 250 hombres y, al menos, 75 fueron ajusticiados. En Utrech hasta 18 fueron estrangulados tras ser condenados a muerte. En ontros lugares fueron quemados, tirados al mar con un peso atado en los pies o ahogados en barriles.

La llegada de Hitler al poder supuso la represión de la homosexualidad, que se consideraba un rasgo de inferioridad y un defecto genético que impedía la perpetuación de la raza aria. Los alemanes considerados homosexuales fueron arrestados e internados en campos de concentración, donde muchos fueron asesinados. Unos 15.000 estuvieron presos en campos de concentración, de los cuales sobrevivieron 4.000. Los homosexuales eran identificados en los campos de concentración con un triángulo invertido de color rosa. Los aliados de Alemania también persiguieron a los homosexuales. Mussolini en Italia los envió a un exilio interno y en Francia el régimen de Vichy también introdujo leyes contra los homosexuales. En España también se modificaron leyes para su persecución.

Francisco Franco modificó la ley de vagos y maleantes de la segunda república. En concreto decía que a los homosexuales se les internará en colonias agrícolas y con absoluta separación de los demás. Tendrán obligación de declarar sus domicilios y estarán sumidos a la vigilancia de delegados. Las colonias agrícolas eran realmente campos de concentración, como el de Tefía, en la isla de Fuerteventura, en el que los presos eran sometidos a trabajos forzosos y recibían constantes palizas. Alrededor de 5.000 personas fueron detenidas durante el franquismo por tener comportamiento gay.

El 28 de junio del año 1969 una redada de madrugada en el bar de ambiente gay Stonewall Inn en la calle Christopher de Nueva York desencadenó un violento levantamiento de la comunidad contra las fuerzas policiales en defensa de los homosexuales en unos disturbios que tuvieron tres días de duración. No era la primera redada, tampoco sería la última que intentaba reducir la presencia LGTB en la ciudad, sin embargo los historiadores consideran que marcó un hito en la defensa de los derechos de los gay. Antes de Stonewall los gays eran descritos como "una legión secreta de personas, conocida, pero pasada por alto, ignorada, de la que se reían o era despreciada. Eran invisible". En el primer aniversario de los disturbios, el 28 de junio de 1970,  se celebró en Manhattan la primera marcha del orgullo gay de la historia, que recorrió 51 manzanas hasta el Central Park. Hoy en día se celebra el Orgullo en ciudades de todos los continentes.

En 1973 alguien prendió fuego a un bar gay de Nueva Orleans y murieron 32 clientes. En aquella ocasión casi no se prestó atención al suceso, precisamente porque la sociedad discriminaba a las víctimas por su condición sexual, llegando a mofarse de ellas. Nunca se detuvo al culpable de los hechos y muchos de los heridos no quisieron contar lo que vivieron por temor a ser represaliados en sus trabajos y por sus familias, según publica The New York Times.

Dos de los más famosos asesinos en serie de personas homosexuales fueron el estadounidense John Wayne Gacy, que mató a 33 hombres jóvenes entre 1972 y 1978 después de abusar de ellos. Los enterraba en el sótano de su propia vivienda. Fue encarcelado y recibió la inyección letal en el año 1994. En el país vecino, México, también hubo un asesino en serie motivado por odio y depredador sexual, Raúl Osiel. Todas sus víctimas fueron hombres homosexuales, por lo que Osiel se convirtió en un símbolo de la homofobia en México. Abordaba a sus víctimas en bares y los llevaba a su casa donde los sometía a torturas. Los asfixiaba hasta perder el conocimiento. Fue arrestado en 2006 y cumple condena en prisión.

Los crímenes de odio al gay se cuentan por decenas, sino cientos, al año en el mundo. Amnistía Internacional denunció el año pasado que entre 2008 y 2014 la organización había documentado hasta 1.731 crímenes de odio contra la comunidad LGTB perpetrados en un total de 62 países. También recordaba en ese estudio que la homosexualidad sigue siendo castigada con pena de muerte en países como Afganistán, Irán, Mauritania, Pakistán, Arabia Saudí, Sudán o Yemen. Esto es así porque la homosexualidad está prohibida por la ley islámica. El Corán, el texto central del Islam que los musulmanes creen que es la revelación de Alá, es explícito en su condena de la homosexualidad y la mayoría de los países la persiguen, incluyendo Marruecos.

En junio de 2013 fue adoptada en Rusia una ley contra la propaganda homosexual, que condena la difusión de cualquier información positiva de la homosexualidad dirigida a menores de edad con multas y penas de cárcel. Según wikipedia, la opinión pública rusa está entre las más hostiles del mundo hacia la homosexualidad, si no se tienen en cuenta los países musulmanes. Así, en la práctica se ha prohibido la celebración del Orgullo gay, defender los derechos LGBT o afirmar que las relaciones homosexuales son iguales que las heterosexuales.

Las noticias de personas asesinadas por su orientación sexual este mismo año 2016 se cuentan por decenas en el mundo. Mercedes Succesful, una transexual de 32 años de Florida, cuyo cuerpo fue encontrado abatido a balazos en un establecimiento es, según la prensa de EE UU, la transexual número 12 en ser asesinada este año en ese país.  En El Salvador, solo entre los días 7 y 13 de enero, fueron asesinados tres miembros de la comunidad gay. Y en Bangladesh el mes pasado fue asesinado el editor de la única revista LGTB del país, junto a otro activista en el que se piensa que puede ser el primer asesinato contra el colectivo en el país.

Medio centenar de personas fallecieron en el tiroteo ocurrido este domingo de madrugada en el club nocturno gay Pulse de Orlando (Florida, EE UU), según ha confirmado el alcalde de esa ciudad, Buddy Dyer, en rueda de prensa. Además, al menos 53 heridos fueron trasladados al hospital. Entre los heridos también se encuentra un agente de Policía. Se trata del peor tiroteo con víctimas mortales de la historia de EE UU y la peor matanza tras el 11-S.