Según ha informado CCOO en un comunicado, "la enfermera despedida se encontraba en periodo de pruebas y, precisamente el último día de ese periodo, se quedó por vez primera ella sola al cargo de 80 pacientes". Ese día, "siguiendo las instrucciones precisas del centro, en un principio no suministró la medicación a una de las pacientes que incumplió una de las normas internas, aunque finalmente y a petición de un familiar, sí lo hizo".

La coordinadora de Enfermería, según ha afirmado el sindicado, "se lo echó en cara y le dijo frases" supuestamente denigrantes e insultantes, a la vez que presuntamente la amenazó, diciéndole que "aquí no, pero en la calle nos partimos la cara".

Según ha señalado CCOO, "ante semejante ataque injustificado, la enfermera pidió la baja por ansiedad, si bien la empresa la ha despedido por no superar el periodo de prueba, aunque era incierto", según le dijeron, "porque a esto hay que darle una solución".

El sindicato considera que la enfermera "cumplió con su trabajo, siguiendo las instrucciones de funcionamiento de Fepamic; en ningún caso firmó ninguna renuncia a su trabajo y tiene en su haber la baja médica correspondiente, con lo que el despido es por completo improcedente".