Bagpipes es un pingüino que en 2007 perdió una pata cuando quedó atrapada en la red de un pescador en Nueva Zelanda. Desde entonces ha vivido en el International Antarctic Centre de Christchurch.
Debido al accidente, Bagpipes se había acostumbrado a trasladarse fuera del agua usando el pico y las aletas, pero ahora, podrá volver a caminar.
Los especialistas del centro han conseguido recrear su pata gracias a una impresora 3D y ahora Bagpipes está en pleno proceso de adaptación a su nueva extremidad.
Por ahora lleva una pata de plástico, pero el equipo está trabajando para crear una prótesis de goma, antideslizante.
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