El Ejército entra en la provincia de Al Raqa, feudo de Estado Islámico en Siria

Combatientes del grupo terrorista Estado Islámico en la ciudad siria de Al Raqa.
Combatientes del grupo terrorista Estado Islámico en la ciudad siria de Al Raqa.
GTRES
Combatientes del grupo terrorista Estado Islámico en la ciudad siria de Al Raqa.

El Ejército sirio ha atravesado este sábado las fronteras de la provincia de Raqqa, la capital de facto del autoproclamado califato de Estado Islámico, según ha informado el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.

La entrada en la localidad se produce tras intensos bombardeos de Rusia sobre la fronteriza provincia de Hama que han permitido a los militares sirios y a las milicias aliadas atravesar el límite de Raqa.

El Ejército sirio todavía no ha hecho comentarios sobre la información proporcionada por el grupo de activistas, con sede en Londres pero con fuentes en el interior del país.

El Observatorio explicó que las fuerzas gubernamentales buscan llegar al lago Eúfrates (anteriormente conocido como lago Al Asad) y hacerse con el control de la carretera que une Al Raqa con la vecina provincia de Alepo (noroeste).

Si las tropas de Damasco se hicieran con el control de esta zona estratégica, Estado Islámico se vería rodeado en la provincia de Alepo por tres flancos: por parte del régimen, por el sur y suroeste; por los rebeldes, en el oeste de Alepo; y por las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), por el este de la provincia.

Tercer golpe a Estado Islámico en los últimos días

Esta ofensiva se trataría del tercer gran asalto contra el autoproclamado califato durante los últimos días, después de una operación militar masiva realizada en Irak y un asalto generalizado de una milicia en Siria que ha contado con apoyo de Estados Unidos.

Esta última, emprendida por rebeldes en el norte de Siria, podría concluir con la liberación de hasta 40.000 civiles que se encuentran actualmente bajo el yugo del grupo terrorista Estado Islámico, según los cálculos de las autoridades norteamericanas.

La operación, que contó con apoyo directo de un equipo de efectivos de las fuerzas especiales estadounidenses, fue lanzada este martes en la zona de Manbij, un reducto cercano a la frontera turca y que los yihadistas han usado como base logística.

Un portavoz del Mando Central de Estados Unidos, Patrick Ryder, ha ofrecido este viernes el primer informe sobre esta operación y ha afirmado que, a pesar de la "fuerte resistencia" con la que se han encontrado los rebeldes, están logrando progresos significativos. En este sentido, ha destacado que se avanza "en la dirección correcta".

Ryder ha cifrado en unos 3.000 el número de milicianos árabes que están participando en la operación y ha apuntado que representan un 85% del total de efectivos. Los combatientes restantes —según han reconocido fuentes estadounidenses— procederían de otros grupos como las Unidades de Protección Popular (YPG) kurdas.

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