Más medusas en las costas españolas este verano y nuevas especies más peligrosas

  • Las condiciones climáticas son favorables para que haya más medusas en el Mediterráneo.
  • La medusa pelagia noctiluca y la carabela portuguesa son las más peligrosas que podemos encontrarnos en las costas españolas.
  • Una especie de medusa del Indo-Pacífico y muy urticante, la Rhopilema nomádica, llegó el verano pasado a las costas de Israel.
Un joven encuentra una medusa en la playa de El Perellonet en Valencia.
Un joven encuentra una medusa en la playa de El Perellonet en Valencia.
GTRES
Un joven encuentra una medusa en la playa de El Perellonet en Valencia.

Como cada año, con el buen tiempo llega el mayor enemigo de los bañistas: las medusas. Las costas españolas se llenan de diversos tipos, algunas son inofensivas y solo causan irritación. Sin embargo, algunos tipos de estas medusas pueden causar la muerte con su simple roce. Aunque no suele ser el caso de las medusas que se encuentran en el Mediterráneo.

Condiciones favorables

"Las condiciones ambientales son favorables para que puedan haber medusas", cuenta Verónica Fuentes, investigadora del Instituto de Ciencias del Mar del CSIC de Barcelona. Las pocas lluvias durante el invierno y el buen tiempo en verano, consecuencia del cambio climático, son una de las causas de la proliferación de las medusas en los últimos años.

Por tanto, el clima que ha reinado durante este año puede ser un factor clave para que durante el verano encontremos grandes colonias de medusas, aunque no es el único factor: "Como factores que favorecen la proliferación de medusas se habla del aumento de temperaturas, pero solo favorece a algunas especies, mientras que para otras el aumento de nutrientes (o eutrofización) es clave. Ahora mismo no podemos decir sólo un factor clave para esta proliferación", señala Fuentes.

En la zona del mar Mediterráneo noroccidental, la zona en la que se encuentran las costas españolas, hay dos medusas especialmente peligrosas: pelagia noctiluca y la carabela portuguesa, "son las dos especies a tener en cuenta", señala Fuentes y explica que la pelagia noctiluca es "una de las más urticantes". Sobre la carabela portuguesa, Fuentes cuenta que "no es una medusa, es un animal gelatinoso de otro grupo, pero tiene aspecto de medusa y es bastante urticante".

  • Pelagia noctiluca: Aunque durante los años ochenta prácticamente desapareció de nuestras costas, desde 2003 es una constante. Suelen aparecer en esta época y pueden asediar las costas durante meses. El color de la pelagia es rosado y malva brillante, es un tipo de medusa bioluminiscente. Esto quiere decir que tiene la capacidad de producir luz. Sus tentáculos, extendidos, pueden llegar a medir diez metros de longitud. Su picadura produce dolor inmediato con urticaria e hinchazón. Ardor, vesículas, pápulas y costras son también síntomas de que esta medusa se ha rozado con los bañistas.
  • Carabela portuguesa: Más que una medusa, es un tipo de cnidario que vive en colonia y forman lo que aparentemente es una medusa. A pesar de no tratarse de una medusa como tal, el contacto con sus tentáculos puede llegar a ser letal. Aunque generalmente se encuenta en zonas cálidas o tropicales del Atlántico, Pacífico, Índico y el mar del Caribe, en los últimos años se ha podido ver la carabela en las costas españolas del Mediterráneo. Esta especie se llama comúnmente así debido a la similitud de su 'flotador' con estas naves. Gracias a este flotador, que suele ser de color azul o morado, se mantienen en la superficie. Además, para poder mantenerse en la superficie, este flotador está lleno de gas y el organismo puede regular la profundidad a la que sumergirse. Sus tentáculos pueden alcanzar hasta 50 metros de longitud y dejan en el cuerpo del bañista pequeñas lesiones llamadas pápulas, que son blancas por el centro con un margen rojo. Entre los efectos que puede producir la picadura de este cnidario están temblores, diarrea, vómitos y convulsiones. 


Especies invasoras peligrosas

Las especies invasoras son "un fenómeno común en todos los mares", comenta Fuentes. Esto se debe a que el trasporte marítimo recorre todo el mundo: "Las aguas de lastre de los barcos son y han sido siempre un vector de trasporte de especies, también de medusas". Ahora, además del Estrecho de Gibraltar, la ampliación del Canal de Suez conecta el mar Mediterráneo con otros, lo que facilita que entren otro tipo de especies. Algunas muy peligrosas.

El verano pasado se observó, aunque no por primera vez, un tipo de medusa muy peligrosa y que entra a través del Canal de Suez: Rhopilema nomádica. Se hicieron muchos avistamientos de esta especie de medusa en las costas de Israel. Sin embargo, debido a su rápida forma de reproducirse (se las conoce como rabbitfish), hay posibilidades de que se extienda por el Mediterráneo en algunos años. Esta invasión trae consecuencias devastadoras no solo para los bañistas, sino también para los ecosistemas autóctonos puesto que son depredadores voraces y sustraen el placton a otros animales marinos. Estas medusas son nativas del Indo-Pacífico, aunque se encuentran también en otros lugares porque son nómadas y su picadura es muy urticante.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento