El actor inglés Alan Rickman, que falleció el pasado día 14 de enero a causa de un cáncer de páncreas, dejó una herencia de cuatro millones de libras esterlinas, algo más de cinco millones de euros, con un buen pellizco para obras de beneficencia.

El diario Daily Mail revela que el actor destinó 100.000 libras (130.000 euros) a repartir entre cuatro organizaciones benéficas. Tres de ellas están relacionadas con la educación y el arte. Una es la Royal Academy of Dramatic Arts, otra la organización Sponsored Arts for Education y la otra la International Performers Aid Trust. La cuarta organización beneficiada es la organización Saving Faces, perteneciente a la Facial Surgery Research Foundation, que está dedicada a la investigación sobre cirugía reconstructiva.

La principal beneficiaria de su herencia es su viuda, Rima Horton. También ha dejado 25.000 libras (más de 32.700 euros) a cada uno de sus tres sobrinos.

Entre otros papeles, Alan Rickman destacó por interpretar a Severus Snape en la saga de Harry Potter.