El PSOE ha puesto sus cartas sobre la mesa. Al menos, algunas de ellas. Su secretario general y candidato a la presidencia, Pedro Sánchez, ha presentado este jueves un documento con los "seis principios para el gobierno de cambio", que no es otra cosa que las líneas rojas que considera infranqueables para pactar después de las elecciones generales del 26 de junio, entre las que figuran derogar la reforma laboral y rechazar el referéndum en Cataluña.

"El PSOE aspira a ganar las elecciones y antes de decir con quién queremos ir, queremos plantear a los españoles a dónde queremos ir", ha afirmado Sánchez, que en toda una declaración de intenciones, ha presentado el documento en el Monumento a la Constitución de Madrid en una declaración ante los medios en la que no ha admitido preguntas.

Entre los principios innegociables para el PSOE están el rechazo a un referéndum de autodeterminación en Cataluña, Galicia o País Vasco, aunque Sánchez ha insistido en su oferta de una reforma constitucional que avance hacia un modelo federal preservando la unidad de España. Frente "a quienes quieren romper España, el PSOE va a reivindicar el derecho a convivir unidos entre todos los españoles", ha subrayado el líder socialista.

Otra de las líneas rojas para pactar es la derogación de la reforma laboral, la aprobación de un nuevo Estatuto de los Trabajadores y la puesta en marcha de un plan de choque contra el desempleo que favorezca, sobre todo, a los parados de larga duración. En el plano económico, el PSOE se compromete además a "no eludir la obligación de pagar la deuda pública".

Garantizar la independencia de las instituciones y rechazar el control político de la justicia, de las fuerzas de seguridad, de los órganos reguladores y de RTVE es otro de los puntos recogidos en el documento. En este apartado, el PSOE reitera que reformará el sistema de designación de los miembros de los principales órganos constitucionales y que derogará la conocida ley mordaza, además de revisar la legislación electoral para que las listas sean abiertas.

El PSOE incide en que si gobierna, llevará a cabo una reforma fiscal justa y progresiva que contribuya al sostenimiento de las pensiones y de los servicios públicos y que revierta los recortes aplicados por el PP. Los compromisos restantes que fijan los socialistas son reforzar la lucha contra la violencia de género y cumplir los compromisos con la UE, aunque renegociando los objetivos de déficit.

El PSOE ya incluyó la derogación de la reforma laboral de 2012 (PP) en su programa electoral para el 20-D, aunque tras su pacto con Ciudadanos, el texto resultante hablaba de reformarla para retirar parte de sus artículos, en lugar de derogarla. En el caso de la derogación de la LOMCE, otra línea roja que cita el documento cuando explica sus seis principios, el acuerdo con C's incluía su paralización, pero no su eliminación.

"Estos principios son básicos para la formación de un gobierno liderado por el PSOE. Las políticas derivadas de ellos y no las ambiciones ni los sillones harán que la agenda de gobierno coincida con la de la sociedad", reza el documento en referencia, aunque sin nombrarlo, a Podemos, que en las negociaciones tras el 20-D ofreció a Sánchez su apoyo para un Gobierno de coalición conjunto.

También sin nombrarlo, el documento hace referencia implícita al líder del PP, Mariano Rajoy: "Y todo con el compromiso de decir siempre la verdad a los ciudadanos (...) sin anunciar unas medidas en España y otras diferentes en Bruselas".

El secretario general del PSOE ha hecho hincapié en que España está en una "encrucijada" y en que los comicios tienen que resolver "muchas incógnitas, no para los próximos cuatro años, sino para los próximos diez y quince años". "El 26-J va a determinar de manera clara cuál va a ser el rumbo que tome nuestro país para las próximas generaciones", ha advertido Sánchez.