Las investigaciones se iniciaron a finales del mes de enero cuando se recibió en la Jefatura Superior de Policía un parte de atención médica del SERIS a una joven que presentaba un fuerte golpe en uno de sus ojos debido presumiblemente a un puñetazo, manifestando a los sanitarios que había sido retenida contra su voluntad en un piso de Logroño, siendo obligada a ejercer la prostitución.

Por parte de los investigadores se realizaron varios dispositivos de vigilancia, que dieron como resultado la localización del inmueble contratado por una pareja en régimen de alquiler.

Así se pudo comprobar cómo al piso acudían hombres de forma regular, pero en horarios distintos, que tras llamar al portero automático, subían para contratar servicios relacionados con la prostitución, ocasionando con esta actividad las consiguientes molestias, hechos corroborados por manifestaciones vecinales.

Posteriormente se pudo determinar que el piso utilizado como prostíbulo era regentado por un hombre y una mujer, de nacionalidad española y colombiana, de 49 y 42 años, respectivamente, los cuales se aprovechaban de la situación de vulnerabilidad y necesidad económica de sus víctimas, cuatro mujeres de diversas nacionalidades.

Estas mujeres eran obligadas a ejercer la prostitución, incluso utilizando la violencia o las amenazas, reteniéndoles los objetos personales a alguna de ellas para evitar que abandonaran el piso y la actividad a la que estaban siendo sometidas, e imponiéndoles unas condiciones gravosas y abusivas, llegando a retenerles el 60% del dinero cobrado por los servicios más los gastos derivados de la manutención y el alojamiento.

Las investigaciones han sido llevadas a cabo por agentes de la Unidad de la Familia y la Mujer (UFAM) de la Brigada de Policía Judicial de la Jefatura Superior. Los detenidos han sido puestos a disposición de la autoridad judicial, junto con las diligencias tramitadas, quien decretó su libertad con cargos.