La Justicia sueca decidió este miércoles mantener la orden de arresto dictada en 2010 contra el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, por delito sexual.

El tribunal de primera instancia de Estocolmo sostiene que Assange -refugiado en la Embajada de Ecuador en Londres desde 2012 para evitar su extradición a Suecia- continúa siendo sospechoso de violación en grado menor y que se mantiene el riesgo de que quiera evitar un juicio o una hipotética pena.

"Teniendo en cuenta que Assange no aparecería en una vista y que no se han presentado nuevas circunstancias en el caso, el tribunal no ha considerado necesario realizar una nueva vista", consta en el fallo, que deniega así a la última reclamación realizada por la defensa para cancelar la orden.

La decisión del país escandinavo es contraria la resolución del Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de la ONU, que conluyó que  la detención de Assange era "arbitraria". La ONU exigió a Reino Unido, país en el que se encuentra el acusado, y a Suecia que derogasen la orden, algo que ambos países han rechazado.

El fundador de Wikileaks fue objeto en 2010 de cuatro denuncias por violencia sexual en Suecia, de las cuales ya han prescrito tres. El cargo más grave, el de violación, continuará vigente hasta 2020.

El tribunal de Estocolmo no considera que la estancia de Assange en la embajada ecuatoriana sea "una forma de detención". Su interés, asegura, es interrogarle allí si es necesario, para lo cual han solicitado la ayuda del Gobierno del país latinoamericano.

La negociación finalizó en diciembre con la firma de un acuerdo de asistencia legal en materia penal para facilitar el cumplimiento de diligencias judiciales y para poder interrogar al periodista. El gobierno de Quito rechazó la solicitud de Estocolmo apelando a fallos formales, por lo que Suecia envió en marzo una nueva petición.

Julian Assange cumplirá cuatro años refugiado en la embajada de Ecuador el próximo 19 de junio. El periodista, de 44 años, quiere evitar la extradición al país escandinavo, porque teme ser enviado después a Estados Unidos, donde podría afrontar un juicio militar por los secretos sobre la seguridad estadounidense revelados por WikiLeaks respecto a las guerras de Irak y Afganistán o los cables diplomáticos del Departamento de Estado.