Una ruta por el Cerrato palentino: tierra de leyendas, fenómenos paranormales y mucha historia

Llega el verano y la mayoría de planes son para visitar playas, localidades costeras o grandes ciudades –el turismo urbano y el de sol y playa siguen siendo los mayoritarios–. Pero hay turistas distintos que buscan viajes diferentes. Algunos están ahí mismo: es el turismo de interior.

Hoy miramos a la olvidada Palencia. El Cerrato palentino es una comarca del sur de la provincia que vive envuelta en leyenda, fenómenos paranormales, historia, patrimonio, vino y naturaleza, con una variedad de paisajes en una zona salpicada de valles, cerros y rincones naturales que se pueden descubrir a través de diferentes rutas.

Antigüedad es una pequeña localidad que vive envuelta en el misterio de los fenómenos paranormales y las leyendas que se cuentan sobre este pueblo al que se le atribuye una fuente con aguas curativas. Además, estaría asentado sobre una serie de cuevas mágicas en las que viven un reducido grupo de seres humanos que provienen de tiempos muy remotos. Unas cuevas en las que, según cuentan, se han encontrado, en sus paredes, dibujos y mensajes cifrados cuyo significado se desconoce.

A estas historias, recogidas en varias publicaciones del autor Jesús Torrellas, se suman los casos de avistamiento de naves extrañas que hacen que Antigüedad sea un lugar misterioso, donde la ermita de Nuestra Señora de Garón, patrona del pueblo, se encuentra en un paraje de árboles que transmiten energía positiva y a los que hay que abrazar para sentir esa energía, tal y como cuentan los lugareños.

Baltanás, una localidad cuyo origen se remonta a la llegada de las tropas romanas y que se asienta en la falda de un cotarro denominado El Castillo, ya que en su cima se erigió una impresionante fortaleza medieval. Es en este cerro donde se encuentra otra de las señas de identidad de este municipio. Sus 374 bodegas subterráneas, que están consideradas como el conjunto excavado más importante de Castilla y León y de España que se conserva en perfecto estado, con un diseño de calles y conexiones entre las bodegas como si de una población urbana se tratase. Estas bodegas han sido declaradas de Interés Turístico Cultural.

Parada obligada en Baltanás es el Museo del Cerrato, asentado en el antiguo hospital de Santo Tomás, que data del siglo XVIII y que alberga una valiosa pinacoteca y una importante colección de arte sacro. El camino debe continuar hasta la monumental iglesia de San Millán, que se encuentra en la parte más elevada de la villa, entre la falda del Castillo y la plaza Mayor y donde destaca la imagen del monje que da nombre a este templo y que es obra de Gil de Mena.

Otro alto en el camino en esta comarca es Villaviudas, donde en 1975 se descubrió una villa romana que se ha datado entre los siglos II y III después de Cristo y donde se encuentra 'El Paseo de las Lilas', una senda salpicada de lilas, olmos, tilos y cipreses que llega hasta una zona de bodegas donde se encuentra un espectacular lagar en el que hacer un alto en el camino ya que se han habilitado barbacoas y mesas.