El propietario de un restaurane indio en Gran Bretaña Mohammed Zaman ha sido condenado a seis años de cárcel por matar a un cliente con el currry que vendía y que contenía cacahuetes. Zaman es el primer condenado por homicidio involuntario por la venta de alimentos en el país.

La resolución del juez llegaba este lunes, Zaman ha sido condenado por homicidio por negligencia grave y varios delitos contra la seguridad alimentaria por la muerte de Paul Wilson en 2014, según informa The New York Times.

Wilson, con alergia a los cacahuetes, pidió para llevar un plato de pollo tikka masala y especificó que no tuviera cacahuetes puesto que a los 7 años tuvo su primera reacción alérgica grave. Según cuenta su madre, "el era muy, muy cuidadoso con lo que comía".

De hecho, el India Garden, el restaurante de Zaman, había preparado comida antes para él y siempre escribían en la tapa "sin cacahuetes", para que supiera cuál era su recipiente. Sin embargo, aquella vez murió. Su compañero de piso lo encontró tirado en el baño, adonde había acudido después de empezar a notar los síntomas del shock anafiláctico que lo mató.

La Fiscalía ha asegurado en el juicio que Mohammed Zaman, propietario de seis restaurantes, tenía una deuda de entre 300.000 y 434.000 libras. Debido a esto, seis meses antes de lo sucedido, sustituyó la almendra en polvo por cacahuetes en su receta de curry y, además, contrató trabajadores sin formación, ni papeles para trabajar en su restaurante.

Además, no es la primera vez que Zaman tiene un percance con las alergias alimentarias. Semanas antes de la muerte de Wilson, otro hombre con alergia a las nueces tuvo que ser hospitalizado después de comer en el Indian Garden.

Para el fiscal Richard Wright, Zaman tenía una "actitud irresponsable y arrogante hacia el riesgo e hizo caso omiso del peligro". "No protegió a sus clientes", sentencia Wright y agrega que el dueño del local "puso los beneficios por delante de la seguridad".

Por su parte, Zaman se defendió diciendo que eran sus empleados quienes pedían y compraban los ingredientes. Además de que él no se encontraba en el lugar de los hechos en el momento en que se sirvió la comida a Paul Wilson.