Natalia Kim: enferma de cáncer, sin ingresos y sin casa porque está okupada

  • La periodista sueca Natalia Kim se instaló en Cataluña en la década de los 70.
  • En 2012 alquiló su casa a la hija de unos vecinos, que el año pasado dejó de pagar el alquiler.
  • Natalia Kim explica a 20minutos que actualmente no cuenta con recursos económicos.
Natalia Kim
Natalia Kim
Anna Rocasalva
Natalia Kim

La periodista Natalia Kim, enferma de cáncer con metástasis y actualmente sin recursos económicos, sigue sin poder volver a su piso ya que el juez ha decretado una prórroga de un mes para el desahucio de su inquilina, que debía producirse el pasado lunes, tras llevar más de un año sin pagar el alquiler.

Natalia Kim ha tenido, cuanto menos, una vida poco convencional. Siendo la primera periodista sueca en instalarse a vivir a Barcelona después de la dictadura, se dedicó al periodismo y a organizar multitud de eventos, conciertos y ferias, incluido el Salón Erótico y el del Cómic, porqué siempre "pasaban cosas divertidas", confiesa risueña a 20minutos. Incluso protagonizó una portada de Interviú en el año 1977, con su morena melena ondulada.

No obstante, en estos últimos años, su vida ha tomado un cariz desafortunado. En 2012, mientras estaba en Suecia acompañando a su padre en sus últimos meses de vida, alquiló su única propiedad inmueble, un piso en Barcelona, a la hija de sus vecinos. Cuando su padre falleció, al ver que la inquilina no pagaba el alquiler, regresó a Barcelona para "tomar cartas en el asunto", contratando abogada y procurador para recuperar su propiedad.

Desde entonces ha estado luchando contra la metástasis de un cáncer de mama que se le ha extendido por la columna y contra la injusticia de no poder vivir en su propio piso, que permanece 'okupado' por una inquilina que no paga el alquiler. Este pasado lunes Natalia Kim debería haber podido regresar a su casa pero un juez ha decretado una prórroga de un mes para el desahucio de su residente.

- ¿Cuál es su situación actual?

Vivo en un piso propiedad de una amiga mía que me lo ha cedido por un alquiler casi irrisorio. Pero aparte de pagarle el alquiler a mi amiga, tengo que pagar la hipoteca de mi piso porque sino lo pierdo (igual que pagar la comunidad, el IBI). De la jubilación recibo 636,50 euros y voy tirando de esto y de los ahorros, que cada mes van bajando.

- ¿Entonces, no trabaja?

Por mi situación médica no puedo trabajar. Un día me llegó una carta en el buzón que decía que me jubilaban. Me gustaría trabajar pero ahora mismo tampoco puedo porque el cáncer me deja muy cansada. Estoy intentando escribir una novela, por aquello de intentar mantenerse ocupada y hacer al menos algo durante el día.

- Lo que se sabe de momento es que su inquilina va a tener un mes más de margen para estar en el piso que es de su propiedad...

De momento sólo sabemos eso. Mi abogada está intentando revocar esta decisión.

- ¿Hasta qué día concreto se supone que podría quedarse ella?

No me lo han dicho. El desahucio debería haber sido este pasado lunes pero, según mi abogada, al mes de margen también hay que añadir todo el tiempo en que la orden de desahucio se hace efectiva. Así que no tengo ni idea de cuanto tiempo va a durar esta situación. Lo que no puedo entender es cómo alguien puede hacer esto. Ella me dijo que no era una 'okupa'. Pues vale, pero es alguien que está en mi piso sin pagar, llámalo como quieras.

- ¿Cuánto dinero suponía el alquiler? ¿Puede contarme algo sobre la inquilina?

Es hija de unos vecinos y es joven. Creo que no llega a los 25 años y ahora no tiene trabajo, que yo sepa. Su madre me suplicó que le hiciese un precio más bajo a su hija y se lo dejé por 400 euros cuando, en esa época, podría haberlo tenido fácilmente alquilado por 600 euros o más.

- ¿Los padres de esta chica viven en su bloque?

Viven en el mismo rellano, en la puerta de delante.

- Me imagino que ha intentado hablar directamente con ella muchas veces...

Muchísimas veces pero nunca he obtenido respuesta. Ni por teléfono, ni por e-mail, ni por WhatsApp... A ella no la conocía, pero cuando su madre me rogó que le alquilase el piso a su hija alegó que no me preocupase porque nos conocíamos. Y sí que nos conocíamos, del barrio y de "Hola" y "adiós" en el rellano. Teníamos un trato correcto. Pero cuando se produjeron los primeros impagos, me encontré con su madre, que empezó a insultarme a pleno pulmón en medio de la calle y tuve que irme corriendo.

- ¿Si dentro de un mes la inquilina sigue sin querer irse, cuál va a ser su siguiente paso.

Mi única esperanza es que funcione la justicia. Lo tenía todo preparado para entrar en mi piso el lunes pasado. Llevaba mucho tiempo esperándolo con mucha ilusión. Tenía el cerrajero, se lo había dicho a todos mis amigos, pensaba en entrar con mi cámara para que quedase un registro del estado del piso... Y ahora tengo que volver a esperar a que actúe la justicia.

- ¿Ha pensado alguna vez en entrar directamente?

Se me ha pasado por la cabeza muchas veces entrar en mi casa porque sigo teniendo las llaves. Pero mi abogada me avisó de que no debía hacerlo porque sino se me caería el pelo, me dijo. ¿Qué significa que si entro en mi piso, en mi propiedad, puedo tener un gran problema, y en cambio si le pego una patada a la puerta de un vecino y me meto dentro de su casa cuando no está no pasa nada? ¡Que me lo expliquen!

- ¿Qué explicación podría darse para el hecho de que la Generalitat parece haber dado preferencia a su inquilina antes que a usted?

Por lo que me han contado es porque ella es madre y yo no. Tiene una niña y creo que otro hijo más, pero este último no lo sé seguro porqué ella no quiere hablar conmigo. Pero que tenga hijos no es mi problema, sino el suyo. Y, en todo caso, que sea la Generalitat la que se haga cargo de la situación y le dé un piso de protección oficial si lo necesita. Su caso debería ser incumbencia de los Servicios Sociales y no mi responsabilidad.

- ¿Cree que hay una discriminación positiva en este sentido?

Por supuesto. E incluso hay quienes se lo toman como una 'profesión'. Y mi pretensión no es hacerme la víctima sino poner el punto de mira de la sociedad en esta cuestión. Sé que no soy la única que está pasando por esta situación. Me gustaría que al menos hubiese un debate público en este sentido, porqué si no hay nadie que hable de ello, perece que esta problemática no exista.

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