El porcentaje de la población que sufre riesgo de pobreza y de exclusión social en España ha descendido en el último año por primera vez desde el inicio de la crisis, 0,6 puntos porcentuales, pero todavía representa al 28,6% de la población, según la última Encuesta de Condiciones de Vida del INE, publicada este martes.

Sin embargo, la misma encuesta —realizada en primavera de 2015 en base a las rentas de 2014— revela que los ingresos medios de los hogares en España llevan seis años consecutivos cayendo.

El ingreso medio neto por hogar se situó en 2014 en 26.092 euros, con una disminución del 0,2% respecto al año anterior. Por contra, los ingresos por persona han subido un 0,3% hasta alcanzar los 10.419 euros, una situación que se explica por la reducción del tamaño medio del hogar.

El índice AROPE (el indicador europeo que sirve para medir la población que vive en riesgo de pobreza, con carencias materiales o en hogares con baja intensidad de empleo) arroja una tasa de riesgo de pobreza y exclusión del 28,6% en la población española. En el último año la reducción se ha producido en los tres componentes: ha disminuido la población bajo el umbral de la pobreza, aunque ligeramente, (22,2% al 22,1%), la carencia material severa (del 7,6% al 6,4%) y los hogares con poco empleo (17,1% al 15,4%).

Si solo se mira exclusivamente la renta, el umbral de la pobreza en 2014 se situó en 16.823 euros para un hogar con dos adultos y dos hijos. Esta cantidad no define la pobreza absoluta, sino que calcula cuántas personas tienen ingresos bajos en relación al conjunto de la población. Es lo que se denomina, en los países desarrollados, "pobreza relativa".

Así, en la encuesta de 2015, el 22,1% de la población residente en España se situó bajo el umbral de la pobreza, frente al 22,2% registrado el año anterior. Peo a pesar del ligero descenso, todavía uno de cada cinco españoles vive en riesgo de pobreza.

La tasa de la pobreza sigue afectando mayoritariamente a los menores de 16 años, siendo ésta 6,7 puntos superior a la del conjunto de la población (28,8%). Sin embargo, es la que más se ha reducido en el último año (estaba en el 30,1%). Por contra, la tasa de pobreza que afecta a la población de mayores de 65 años ha sufrido un repunte, al pasar del 11,4% al 12,3%.

El INE disgrega las variables de edad, formación, nacionalidad o tamaño de hogar en los ingresos. Así, respecto al nivel de formación, el 41,8% de la población con educación superior está entre los hogares con mayor renta. Por contra, el 41,5% de los parados están en el 20% de la población con menos ingresos.

Atendiendo a la nacionalidad, el 16,7% de los españoles está entre la población con menos ingresos, porcentaje que sube hasta el 51,7% para las personas cuya nacionalidad no es de un país de la UE. Por tamaño de hogar, el 36% de las familias numerosas están en el quintil con menos ingresos.

La encuesta de condiciones de vida revela eso sí que los españoles sufren más carencias materiales que antes de la crisis. El INE evidencia que entre los años 2008 y 2015 ha crecido el porcentaje de hogares con dificultades para irse de vacaciones (36,2% a 40,6%), para comer carne o pescado al menos cada dos días (2,2% a 2,7%), sin capacidad para afrontar gastos imprevistos (29,95 a 39,4%), que sufren pobreza energética (6,2% a 10,7%) o que se retrasan en el pago de los recibos principales (6% a 9,4%).

Sin embargo, la situación parece haber mejorado ligeramente en el último año y en el momento de realizar la última encuesta (primavera de 2015) el 13,7% de los hogares manifestó llegar a fin de mes con "mucha dificultad", un porcentaje inferior al de un año atrás, cuando fue del 16,1%. Además, también se ha reducido el número de hogares sin capacidad para afrontar gastos imprevistos, al bajar del 42,4% al 39,4%. Y ha descendido el porcentaje de hogares que no se puede permitir ir de vacaciones al menos una semana al año. Es 4,4 puntos inferior al 2014, pero siguen siendo muchos: el 40,6%.

"Parece que llega un poquito de alivio en cuanto a la privación material, pero estamos mucho peor que estábamos en 2007 y tardaremos en recuperarnos", asegura el catedrático de análisis económico de la Universitat de València, y profesor investigador del Ivie, Francisco Goerlich.

En su opinión, las tablas del INE muestran que persiste una gran desigualdad social, que solo mejorará si el empleo que se genere con el incremento de la actividad económica "es de más calidad y estabilidad a medio plazo". De seguir con ofertas laborales "temporales, cortas y de mucha rotación, la distribución de la riqueza seguirá siendo muy desigual", vaticina.