Diseñan una herramienta para ayudar a tomar decisiones de salud pública sobre el zika

  • La herramienta de coste-efectividad puede ayudar a guiar las decisiones relativas a la asignación de recursos para restringir el continuo ataque del virus.
  • La herramienta está disponible gratuitamente y puede emplearse para analizar una serie de escenarios.
  • El Ministerio de Salud de Costa Rica ya la está empleando.
Mosquitos "Aedes aegypti", transmisores del virus del Zika y el dengue.
Mosquitos "Aedes aegypti", transmisores del virus del Zika y el dengue.
EFE
Mosquitos "Aedes aegypti", transmisores del virus del Zika y el dengue.

Un estudio publicado en PLoS Neglected Tropical Diseases informa del diseño de una herramienta de coste-efectividad que puede ayudar a guiar las decisiones relativas a la asignación de recursos para financiar las intervenciones dirigidas a restringir el continuo ataque del virus del Zika.

Los análisis utilizando la herramienta sugieren que los fondos propuestos para combatir el zika en Estados Unidos y otros países serían rentable basándose en cuantificar los problemas graves de salud asociados con la infección. La herramienta, disponible gratuitamente en http://zika.cidma.us/, puede emplearse para analizar una serie de escenarios, y se puede ajustar a medida que se aprende más sobre cómo el virus causa la enfermedad y la eficacia de las vías para prevenirla y tratarla.

Los análisis de rentabilidad evalúan una intervención pública según los beneficios que pueden tener para la sociedad y su coste en dólares. Una medida común de los beneficios para la salud de la sociedad es una unidad llamada DALY, o años de vida potencialmente perdidos, que tiene en cuenta no sólo la vida que se salva por una intervención determinada, sino también la mejora en la salud de las personas si la intervención les impide contraer la enfermedad.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que una intervención es "rentable" si el coste por DALY ganado es inferior a tres veces la cantidad de producto interior bruto (PIB) per cápita del país en cuestión. Para construir su herramienta, Alison Galvani, de la Universidad de Yale, en New Haven, Estados Unidos, y sus colegas se centraron en las dos consecuencias graves conocidas de la infección por el zika: microcefalia, un trastorno en la que los niños nacen con un cerebro pequeño que causa retraso mental, y de Guillain Barré o GBS, una enfermedad potencialmente fatal que puede causar daño neuronal y parálisis.

El equipo de investigación calculó el riesgo para ambas enfermedades teniendo en cuenta la información más reciente de los actuales brotes del zika en Brasil y Colombia. Los investigadores estiman que entre 50 y 210 de cada 10.000 madres que están infectadas darán a luz a un niño con microcefalia. En el caso de GBS, entre 2 y 8 de cada 10.000 personas infectadas sufrirán esta complicación.

El estudio predice que si el 40% de la población de América Latina y el Caribe se infectan con el virus, podría haber más de 22.000 bebés nacidos con microcefalia y hasta 204.000 casos de GBS. En anteriores brotes en Micronesia y Polinesia, más del 66% de la población se infectó con el virus.

Políticas útiles para algunos países

Los autores aplicaron su herramienta para evaluar el impacto en la salud qué deberían tener los fondos o las propuestas para combatir el zika para que sean rentables. Se consideraron específicamente los fondos prometidos por Brasil, Costa Rica y Estados Unidos. Para Estados Unidos, se analizó el compromiso de 1.800 millones de dólares del presidente, Barack Obama, para combatir el virus a nivel internacional.

El presidente pidió al Congreso su aprobación en febrero, pero no hay fondos todavía asignados y la solicitud está todavía en estudio. Se analizaron secciones específicas del plan, como la cantidad propuesta para ayudar a Puerto Rico y la cantidad propuesta para el desarrollo de vacunas, y se encontró que eran rentables si alcanzaban incluso una modesta reducción en el número de infecciones en el contexto del tamaño predicho de la epidemia.

Uno de los pocos ejemplos que se consideraron como no rentables en determinadas circunstancias fue el uso de mosquitos machos genéticamente modificados que se aparean con hembras de mosquitos salvajes y no producen descendencia. La tecnología tiene un costo estimado 1,9 millones para el primer año y 384.000 dólares cada año para una ciudad de 50.000 habitantes.

Los investigadores encontraron que para algunos países con recursos limitados, como El Salvador o Nicaragua, el número de infecciones por el zika que tendrían que evitarse para que la intervención sea rentable es mayor que toda la población de la ciudad.

En otros países que tienen tasas de natalidad relativamente bajas, como Cuba o Tailandia, muy pocas mujeres embarazadas están en riesgo y, por lo tanto, el número esperado de casos de microcefalia es tan bajo que la liberación de los mosquitos modificados genéticamente no sería rentable tampoco.

Sin embargo, hay otros como Panamá, que tienen la combinación correcta de la tasa de PIB y de nacimientos, para que esta nueva tecnología sea una buena inversión en la prevención de infecciones por el virus.

"Nuestra aplicación interactiva proporciona una herramienta flexible para aportar información a la hora de diseñar políticas de salud pública a través de un riguroso análisis de coste-beneficio de las opciones disponibles", dicen los investigadores.

El Ministerio de Salud de Costa Rica ya está empleando la herramienta. Los investigadores concluyen que "dada la posibilidad de alta carga para la salud del virus, el coste de la inacción —o incluso medidas insuficientes— pueden justificar un gasto importante".

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