Según ha indicado el Consorcio de Bomberos en una nota, el edificio estaba siendo inspeccionado por técnicos de Urbanismo, cuando apreciaron la falta de forjado en el hueco de escalera, por lo que solicitaron la presencia de bomberos, que confirmaron la falta de vigas de aguante.

Ante ello, los efectivos de bomberos determinaron subir a la cubierta y valorar la estabilidad de la zona, accediendo para ello desde una azotea colindante debido al riesgo de acceder por la propia finca.

Una allí, pudieron comprobar que existía riesgo de derrumbre, por lo que procedieron a su desplome de manera controlada con ayuda de mazas, haciendo caer unos diez metros cuadrados. Como consecuencia del estado del edificio, se ha determinado el precinto del mismo.

Una vez tirado el forjado, éste ha caído sobre parte de las escaleras, procediendo posteriormente a la retirada de escombros y al apuntalimiento de la zona para evitar más derrumbes.

En cuanto a los vecinos del imbueble, pertenecientes a dos viviendas, se encontraban en el exterior cuando se ha producido la inspección y la posterior intervención. Asimismo, en el momento en que no haya riesgo, podrán acceder ha sus viviendas, acompañados de los efectivos de bomberos, para recoger enseres.