La arrestada puso en conocimiento de la Policía que habían contratado tres créditos domésticos utilizando sus datos de identidad y no había autorizado, ni consentido estas operaciones financieras, además de otros cargos fraudulentos a su tarjeta de crédito, según ha informado la Delegación de Gobierno en nota de prensa.

La investigación permitió a los agentes averiguar que los microcréditos habían sido solicitados a través de Internet desde Asturias, lugar originario del arrestado, y que el teléfono de contacto aportado en estas peticiones también era del detenido, el cual contaba

con numerosos antecedentes.

Posteriormente, se conoció que la detenida sabía con precisión el momento en que abonaban en su cuenta los importes procedentes de la concesión de los créditos domésticos denunciados, procediendo de inmediato a su reintegro a través de cajero automático. Cuando detectó en su cuenta los dos primeros cargos correspondientes a la devolución de los créditos denunció la contratación de los mismos.

Sin embargo, la arrestada a pesar de manifestar "ignorar y denunciar" la contratación de los créditos domésticos, inmediatamente después de aparecer los abonos en su cuenta bancaria los reintegraba por cajero automático.

El detenido había recargado su teléfono móvil hasta en cuatro ocasiones con la tarjeta bancaria de ella, que conocía porque ambos habían mantenido una relación de pareja que se interrumpió el pasado mes de julio.