El detenido por matar a su expareja en Canyelles (Barcelona) frecuentaba a la víctima desde hace dos meses, cuando los vecinos empezaron a verlos paseando y discutiendo por la localidad, pese a que el hombre tenía una orden de alejamiento porque ella le había denunciado por malos tratos.

Según han informado fuentes cercanas al caso, la víctima vivía en una casa de la calle Major de Canyelles, a la que su expareja acudía con frecuencia durante los dos últimos meses, ya que los vecinos les veían juntos, en ocasiones discutiendo.

El detenido, de 38 años y nacionalidad española, permanece en comisaría a la espera de pasar a disposición judicial en los próximos días, acusado de ser el autor del tercer crimen de violencia machista en 2016 en Cataluña.

Los Mossos d'Esquadra están pendientes de que la autopsia determine las causas exactas de la muerte de la mujer, de 37 años y nacionalidad colombiana.

Las principales hipótesis apuntan a que el hombre la pudo envenenar o que la muerte también se pudo producir por un fuerte golpe en la cabeza, ya que el cadáver presentaba una contusión craneal, según fuentes cercanas al caso.

La víctima recibía atención permanente por parte de los servicios sociales a raíz de las denuncias que había interpuesto contra su expareja.

La mujer era poco conocida en Canyelles, ya que su vida había transcurrido hasta entonces principalmente entre El Vendrell (Tarragona) y Vilanova i la Geltrú (Barcelona), donde residía el detenido.

Según las fuentes consultadas, fue el propio detenido el que el pasado jueves solicitó a una vecina que avisara a los servicios de emergencias porque la mujer no se encontraba bien.

La vecina dio aviso al Ayuntamiento, que a su vez alertó al Sistema de Emergencias Médicas (SEM) y a los Mossos d'Esquadra, mientras responsables municipales se dirigieron también a la casa, donde se localizó el cadáver de la mujer en el primer piso de la vivienda.

El hombre expuso varias versiones distintas sobre lo ocurrido, alegando que no la había matado, que tenía una orden de alejamiento respecto de la mujer, que quebró esta orden para cuidarla, ya que le traía comida, y que incluso, cuando se la encontró por la mañana en grave estado, le hizo el boca a boca.

El cadáver de la mujer, que estaba desnuda, se encontraba en el primer piso, con rastros de heridas de otras supuestas agresiones anteriores y con una contusión en la cabeza, según las fuentes informantes.

La unidad científica de los Mossos d'Esquadra registró los restos de las bolsas de la basura correspondientes a la vivienda de la víctima, en las que encontraron varios productos químicos, por lo que una de las sospechas es que el detenido la envenenara, aunque este extremo lo tendrá que determinar la autopsia.

El Ayuntamiento de Canyelles, con la alcaldesa Rosa Huguet al frente, se ha concentrado este mediodía junto a varios vecinos frente al edificio consistorial para mostrar su rechazo a este crimen machista, el tercero que ha habido en Cataluña en 2016.

El juzgado de instrucción número 2 de Vilanova i la Geltrú (Barcelona), en funciones de guardia, ha abierto diligencias por la muerte violenta de esta mujer y ha ordenado el secreto de las actuaciones.