La Fiscalía pide 25 años de cárcel para el hombre del barrio de la Mariola de Lleida acusado de disparar a su expareja en marzo de 2015 dos tiros en la vivienda en la que habían vuelto a convivir con sus hijos, de uno y tres años, tras un tiempo separados.

El fiscal plantea veinte años por un delito de asesinato, tres más por maltrato habitual y otros dos por tenencia ilícita de armas, según la calificación del fiscal, a la que ha tenido acceso Europa Press.

Uno de los disparos le entró por la parte superior derecha de la espalda, cerca del hombro, saliendo el proyectil de la bala por el cuello y el otro disparo le entró por la parte izquierda de la espalda, por debajo de la axila.

Sostiene la Fiscalía que desde al menos finales del año 2011 el acusado guiado por el ánimo de menoscabar la integridad física de la joven le golpeaba de forma continua, cogiéndole del pelo y propinándole bofetadas, puñetazos en la cara y en la espalda, llegando incluso un día a clavarle una navaja en la espalda.

De forma reiterada le gritaba y le decía que "era una puta", llegando a manifestarle que si separaba de él, le quitaría a sus hijos y que le podría hacer daño a su madre y al marido de ésta.

La mujer no pudo soportar esta situación y en octubre de 2014 decidió terminar la relación que mantenía con el acusado e irse a vivir junto a sus dos hijos con su madre pero debido a las continuas presiones del acusado y de la familia de él, el día 8 de enero de 2015 volvieron a convivir.