El 85,5% de la cocaína que se consume en España está adulterada con otros productos o ni siquiera contiene cocaína. Así se desprende del último informe del Servicio de Análisis de Sustancias desarrollado por Energy Control, un proyecto de reducción de riesgos de la ONG Asociación Bienestar y Desarrollo.
Según este informe, que analiza 4.519 muestras de sustancias psicoactivas recogidas durante el 2015, el 77,7% de la cocaína contiene adulterantes añadidos. Además, en el 7,1% de los casos lleva sustancias que nada tienen que ver con la cocaína y en el 0,7% el producto no lleva ningún tipo de droga.
La cocaína es, dentro del mercado de drogas, español, la sustancia más adulterada. La segunda es el speed, que en el 73,6% de los casos se encuentra adulterada (lo que supone una subida de catorce puntos porcentuales respecto a 2014) y, en tercer lugar, aunque a mucha distancia, se encuentra la ketamina, que es adulterada el 13,7% de las veces.
Otros productos, en cambio, muestran un índice de pureza mayor. Según refleja el informe, en el 80,3% de las muestras de LSD no se encontró nada más que el principio activo correspondiente a esa droga. En el caso de la MDMA en cristal ese porcentaje llega al 81,4% y se reduce al 75% cuando esa sustancia se encuentra en pastillas.
A pesar de los bajos niveles de adulteración de la MDMA, advierte el informe, algunos de los productos que con los que se manipula esta droga son especialmente tóxitos, lo que debe invitar a la precaución entre los consumidores.
A pesar de que la cocaína encabeza el ranking de drogas adulteradas, en los últimos años ha aumentado el porcentaje de muestras que sólo contenían cocaina. En 2012, el porcentaje de muestras de cocaína sin adulterar era sólo del 1,2%. Sin embargo, en los últimos años ha ido creciendo hasta alcanzar el 14,5% en 2015.
Los riesgos de tomar drogas adulteradas
Cada una de estas sustancias, advierte el informe, varía considerablemente con respecto a sus niveles de pureza y el número y tipo de adulterantes presentes en ellas. Para las personas usuarias de estas sustancias, esto significa que no sólo hacen frente a los riesgos derivados de las mismas, sino también a los riesgos derivados de la adulteración
Los productos que más se utilizan para adulterar la cocaína son el levamisol (en el 64,9% de los casos) y la fenacetina (29,3%). También es común el uso de sustancias como la cafeína y la lidocaína o de fármacos como el paracetamol, el ibuprofeno y el piracetam.
Según el informe, entre el catálogo de síntomas que el consumo de drogas adulteradas con estos productos puede causar se encuentran: insomnio, ansiedad, irretabilidad, taquicardia, habla inconexa, temblores, diarrea, náuseas, vómitos, desorientacion, fiebre, dolor muscular.
El casos en los que las drogas estén adulteradas con analgésicos locales (como la lidocaína) el consumidor puede llegar a tener en problemas en el sistema nervioso que le lleven a sufrir o un coma o un paro respiratorio e incluso a tener fallos cardiovasculares como la hipotensión, la bradicardia o arritmias.
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