Un hombre demanda a su antigua empresa porque su trabajo era demasiado aburrido

  • Frederic Desnard, francés de 44 años, exige 360.000 euros en daños y perjuicios a Interparfums, la empresa en la que trabajó entre 2010 y 2014.
  • Padecía un "agotamiento moral debido a la falta total de carga de trabajo, (y) se sentía avergonzado por cobrar por no hacer nada", explicó su abogado.
  • El caso está siendo investigado por un tribunal de trabajo en París, a la espera de la decisión que se tomará a finales de julio.
Un empresario lanzando un avión de papel.
Un empresario lanzando un avión de papel.
GTRES
Un empresario lanzando un avión de papel.

Un francés ha demandado a su antigua empresa porque el trabajo que realizaba le parecía demasiado aburrido. Frederic Desnard, de 44 años exige 360.000 euros en daños y perjuicios por la angustia ocasionada a Interparfums, empresa en la que trabajó entre los años 2010 y 2014, según informa la CNN.

El trabajador afirma que su antiguo empleo —del cual fue despedido hace 18 meses— le hizo padecer graves problemas emocionales y de salud. "Sufría de una depresión importante y tuvo un accidente de tráfico relacionado con un ataque epiléptico, entonces cayó en coma y estuvo de una baja por enfermedad", dijo Montasser Charni, el abogado de Desnard.

Sus jefes le dijeron que podía quedarse en acasa y cuando volviera a haber una cantidad suficiente de trabajo en su puesto le llamaban, sin embargo, la llamada nunca llegó.

Su título oficial era de "director de servicio general", pero afirma que sus superiores le llamaban "el niño" y le pedían que hiciese sus tareas personales, incluyendo recoger a sus hijos de las clases de deporte. Su estado de salud "se podía definir como un agotamiento moral debido a la falta total de carga de trabajo, (y) se sentía avergonzado por cobrar por no hacer nada", explicó su abogado.

La empresa no aceptó las reclamaciones de Desnard. "Rechazamos todos estos cargos", dijo Cyril Levy-Pey, director de comunicaciones de la empresa, que desmintió que Desnard fuera apodado como "el niño" o cualquier otro nombre humillante. "Después de varios años en la empresa ya no estaba motivado y por eso fue despedido en 2014", manifestó Levy-Pey.

El caso está siendo investigado por un tribunal de trabajo en París, a la espera de la decisión que se tomará a finales de julio.

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