Lolita: "La Colometa es un regalo que mi padre me ha mandado desde el cielo"

  • La cantante y actriz Lolita Flores vuelve a interpretar el monólogo 'La plaza del Diamante' de Mercè Rodoreda en el teatro Goya de Barcelona hasta el 22 de mayo.
  • El espectáculo que dirige Joan Ollé celebra 200 funciones el próximo 11 de mayo.
Lolita Flores en el papel de Natalia, la Colometa, de la novela 'La plaza del diamante' de Mercè Rodoreda. La intérprete sube este monólogo al escenario, con el que ha cosechado gran éxito de público y crítica en las casi 200 funciones que ha representado.
Lolita Flores en el papel de Natalia, la Colometa, de la novela 'La plaza del diamante' de Mercè Rodoreda. La intérprete sube este monólogo al escenario, con el que ha cosechado gran éxito de público y crítica en las casi 200 funciones que ha representado.
SERGIO PARRA
Lolita Flores en el papel de Natalia, la Colometa, de la novela 'La plaza del diamante' de Mercè Rodoreda. La intérprete sube este monólogo al escenario, con el que ha cosechado gran éxito de público y crítica en las casi 200 funciones que ha representado.

Dice Lolita a este diario que tras su paso por Barcelona (por segunda vez en el teatro Goya hasta el 29 de mayo) dejará "descansar" a la Colometa de Mercè Rodoreda (La plaza del Diamante) aunque sabe que ella será su "fondo de armario" teatral en lo sucesivo.

Tras este papel que tantas alegrías le está dando, Lolita volverá a representar la obra La asamblea de mujeres de Aristófanes, bajo dirección de Juan Echanove.

¿Qué le agradece a este papel?

Primero que a mí esta tierra me tira mucho, no sé si mi padre está haciendo de las suyas. Y encima haciendo algo que para mí es un privilegio, que los catalanes me hayan aceptado después de que un montón de actrices catalanas hayan hecho unas Colometas fantásticas. Creo que es un regalo que mi padre me ha mandado desde el cielo y me ha dicho: "Tu madre te ha dado mucho, pues ahora te lo voy a dar yo, que para eso es mi barrio (Gràcia) y que para eso Rodoreda es paisana mía".

¿Ha temido a este personaje, por su complejidad y por lo que representa?

Tenía miedo, porque siempre cuando te metes en una historia nueva el miedo lo tienes, no sabes qué va a pasar. Luego fue un éxito de público y de crítica en el Teatro Español de Madrid. Pero claro que tenía miedo. La plaza del Diamante es algo muy catalán y muy de aquí. Yo sé que la gente me quiere y quiere a mi familia, pero les estoy tocando la fibra y muy de cerca. Ahora ya no la temo. En el momento en el que piso el escenario y me siento en ese banco y me recojo un poquito la falda para sentarme, Lolita desaparece, no está. Natalia me la he tragado, es parte de mi piel, de mi voz, de mi cara, de mi vida.

¿Qué le ha impactado más de la Colometa?

Es que ya la conozco tanto que ya no me sorprende. Es su vida.Y sé que es una mujer que le ha tocado vivir esa época y que si hubiera vivido en esta hubiese sido una mujer fuerte, luchadora, que no la hubiera tosido nadie.

¿A cuantas Colometas ha conocido a lo largo de su vida?

Desgraciadamente a muchas. Con la obra he conocido gente que me ha dicho que les he recordado a su madre o que es su historia. Mujeres de 70 años para arriba saben muy bien de lo que estoy hablando. No está tan lejos.

¿Qué Gràcia se le representa sobre el escenario?

Cuando veníamos a Barcelona, íbamos siempre a Gràcia porque aquí vivía su familia. Y yo he conocido la casa de mi padre, donde él nació, que ahora son apartamentos, y que era un bajo con las puertas de lata. Cuando hago de Colometa hablo de mi padre, y aunque yo sí que le quería y tenía una cercanía con él y ella no, yo me acuerdo de mi padre. A mí se me remueven muchas cosas dentro. Yo he perdido mucha gente, igual que Natalia, y tengo dos hijos igual que Natalia. Y yo sé lo que significa. Todos esos sentimientos los seres humanos los tenemos dentro. Lo que pasa que hay gente privilegiada como en este caso puedo ser yo frente a la Colometa, y gente que ha tenido que sobrevivir a base de mucho esfuerzo.

El director de la obra, Joan Ollé, conoció en persona a Mercè Rodoreda.

Y me contó una historia muy bonita. Hay una frase que escribe Mercè Rodoreda que yo discutí con Ollé. Es : "Y me hizo ver las estrellas". Joan me decía que él se lo preguntó a Mercè, que si era de dolor o de placer, y dice que ella nunca le contestó y que se reía. Y yo bajo la cabeza en escena y lo digo medio riéndome, pero no sé qué clase de estrella es. Para mí que no fueron las estrellas del cielo.

¿Cree que quizás el teatro le está dando el reconocimiento que no le ha acabado de dar la música?

A mí la música me ha dado mucho. A parte yo llevo 41 años en esto. Yo no puedo comparar la música y el teatro. A mí la música me ha dado lo que me tenía que dar como el cine me ha dado lo que me tenía que dar. Yo no he dejado ni una cosa ni otra, tampoco la televisión. Y ahora estoy más metida en el teatro, me está dando muchísimas satisfacciones, pero espero que me dé muchísimas más. Pero yo sigo con mi música, con la televisión, y si me llaman para el cine haré, y si me llaman para series las haré. Mi profesión es un abanico muy abierto y tiene muchas cosas por hacer. Mientras quiera la gente verme y llamarme yo estoy aquí dispuesta a lo que me digan.

¿Le gusta la rutina del teatro?

Yo no soy de rutinas, a mí la rutina me aburre, por eso yo intento que sea diferente. Pero no soy de las que necesita preparación para salir al escenario dos horas antes. Yo llego al teatro una hora antes, me siento en el banco, bromeo con el técnico y con el ayudante de dirección, me meto en el camerino, me fumo un cigarro, me pinto, me maquillo, hasta que salgo. Mi rutina es llegar a tiempo y desde que salgo al escenario y hasta que termino a Lolita la dejo colgada en el camerino.

¿La continuidade de la saga Flores está asegurada?

Alba está triunfando, mi hija haciendo sus cositas, mi sobrina Lola que es la más pequeña está también estudiando arte dramático en Londres y también quiere dedicarse a eso. Mi hijo es músico, acaba de sacar un disco y ya está haciendo bolos, además es un músico que la gente que va a verlo parece de 50 años porque se lo ha currado mucho, es muy joven (22 años) pero es un musicazo, aunque está feo que yo lo diga. Y el más pequeño, que es el hijo de mi hermana, Pedro Antonio, que tiene 11 años, es el que va camino de futbolista o, como su padre, se va ir más hacia el cine. Yo creo que sí, que la saga continúa. Para mí es un orgullo ver a mis hijos y sobrinos encima de un escenario, ahí se nota que mis padres tenían unos adns y muy buenos y nos han dejado mucho.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento