Los casos de alergia estás aumentando entre niños cada vez más pequeños. Según la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP), el cambio climático ha provocado el aumento de los casos de alergia al polen en niños cada vez más pequeños, debido a que el ascenso de las temperaturas medias alarga las épocas de polinización y las intensifica.
Uno de cada cinco niños de entre 13 y 14 años en todos el mundo sufre alergia al polen, según el Estudio Internacional de Asma y Alergia en la Infancia (ISAAC). Se estima que entre el 18 y el 30 % de los niños padecen alergia. Las más frecuentes en niños son asma, dermatitis de contacto, dermatitis atópica (en clásico eccema) y rinitis.
Conocida la alergia, hay que tomar medidas, principalmente en los lugares donde el niño suele estar más tiempo, por ejemplo, su dormitorio. Como explican en Vivienda Saludable, en este lugar de la casa el niño juega, hace sus tareas y descansa, por lo que es uno de los espacios donde pasa más horas; lo que hace imprescindible que esté correctamente preparado.
Con planificación y buena disposición es posible que el dormitorio infantil sea una frontera infranqueable para los indeseados alérgenos. Para evitar el contacto con los alérgenos, hay que tener en cuenta 3 aspectos fundamentales en el cuarto infantil: el diseño, los hábitos y la limpieza.
Diseño del dormitorio
Un aspecto fundamental es la revisión de las instalaciones: cuanto más aislantes sean las puertas y las ventanas, mejor. Éstas actuarán como una barrera frente a la llegada de alérgenos a la vivienda. Las paredes es mejor que estén pintadas (no empapeladas o enteladas) y, si es posible, con un material plástico y lavable. Respecto a suelos, mejor lisos y con materiales que faciliten la limpieza.
Todos los colchones, edredones y almohadas (a ser posible hipo alergénicos) deben tener coberturas y fundas propios. El material más recomendado es optar por los de origen natural, como el algodón. Es muy importante evitar zonas donde se acumule el polvo, por eso, es conveniente dotar al cuarto de los menores muebles posibles. Una solución para poder prescindir poner muchos objetos “a la vista” que favorezcan elevadas acumulaciones de polvo es colocar un baúl donde los juguetes y demás objetos se guarden. Los peluches serán retirados (acumulan mucho polvo). Las alfombras acumulan mucho polvo, por lo que como alternativa se puede optar por losetas desmontables de caucho o vinilo.
Limpieza de la habitación
Pasar la aspiradora (mejor que la escoba) con frecuencia reduce mucho la carga de polen y de ácaros. Por eso es necesario hacerlo casi a diario y sobre todo por zonas poco accesibles, como debajo de la cama, etc. Por otro lado, es necesario cambiar semanalmente todas las fundas, cobertores y sábanas y proceder a su lavado con agua caliente.
Además, en caso de contar con peluches u otros objetos propensos a guardar polvo, es imprescindible limpiarlos constantemente con paños húmedos. También es importante revisar los componentes de los productos de limpieza, así como las bayetas, trapos y demás herramientas usadas para eliminar estas sustancias dañinas.
Hábitos en el hogar
Sobre todo se destacan algunas rutinas vitales si el niño tiene alergia al polen:
- Ducharse nada más llegar de la calle y cambiarse de ropa es muy efectivo en caso de alergia al polen. Evitar entrar con calzado de calle al dormitorio.
- Limpieza diaria superficial y al menos una vez en semana hacer una limpieza a fondo.
- En el caso de alergia al polvo se recomienda hacer una correcta ventilación a diario: lo ideal en la renovación diaria del aire es que sea de 5 -10 minutos.
- Durante el día, es conveniente mantener tanto ventanas como puertas cerradas durante el máximo tiempo posible.
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