Irina Shayk se encuentra de nuevo en España por motivos profesionales. Sin la compañía de su pareja sentimental, el conocido actor Bradley Cooper, aprovechó para hacer turismo.

Ataviada de manera informal, con unas enormes gafas de sol y su melena recogida en un moño despeinado, abandonaba el hotel en el que se encontraba alojada. Al percatarse de la presencia de fotógrafos, caminó con la cabeza agachada, escondiendo su rostro en su enorme sudadera negra.

Parece que a Irina Shayk le gusta cada vez más vestirse de novia. La modelo rusa lucirá de nuevo los diseños de la firma nupcial catalana Pronovias en el desfile que se clausura este viernes la Barcelona Bridal Week.

La novia de Bradley Cooper repite así como musa de la firma, ya que ya lo ha hecho en otras ocasiones, siendo en 2015 la protagonista luciendo unos diseños realmente atrevidos, los vestidos tatuaje característicos de Pronovias, en los que parece que sean una segunda piel.

La modelo está disfrutando de su visita a España y, sobre todo, de la gastronomía como ha enseñado en su Instagram compartiendo una foto de productos típicos: jamón, tortilla de patata y, por supuesto, pan tumaca.