La fiscal del juicio contra el escopetero y el subinspector de los Mossos acusados de reventarle un ojo a Ester Quintana con una pelota de goma en la huelga general del 14-N de 2012 acusó este miércoles a la defensa de los dos agentes de orquestar una «ceremonia de la confusión» para que estos hechos queden impunes.

«¿Cómo se puede continuar negando que a Quintana la hirió una pelota de goma?», culpó la fiscal, Marta Marquina, en la última jornada del juicio, que empezó el pasado 11 de abril y ayer quedó visto para sentencia en la Audiencia de Barcelona.

«Lo del proyectil de foam parece de chiste», insistió el ministerio público, arremetiendo contra la tesis de la defensa, que apunta a que Quintana pudo perder el ojo izquierdo por el impacto de un proyectil de material viscolástico disparado por agentes de otro furgón policial y no por los juzgados.

Para la defensa tampoco existen indicios suficientes para acusar a los dos policías, por lo que pidió este miércoles que estos no paguen «los errores a nivel político» de la Conselleria de Interior, que ha cambiado su versión en varias ocasiones durante la investigación del caso. Para la fiscal, la tesis de la defensa es «un insulto a la inteligencia».

La afectada, por su parte, se mostraba ayer «satisfecha» del proceso a la conclusión del mismo. A las puertas del Palau de Justícia, Quintana reconoció haber vivido «tensa y con nervios» el juicio, que le ha hecho revivir los hechos de 2012. Su abogada también se mostró contenta de que «al menos la verdad ha tenido su oportunidad» durante el juicio, el primero en Catalunya contra mossos acusados de herir con pelotas de goma.

Quintana aseguró en el juicio que justo antes de recibir el impacto vio cómo un antidisturbios bajaba de un furgón con un arma larga y escuchó dos disparos y un fuerte golpe en la cara. El exdirector de los Mossos, Manel Prat, culpó a los agentes de la lesión de Quintana por el tipo de herida que sufrió –extremo que también confirmaron los forenses que hablaron en la sala– y afirmó que existen «imágenes que lo demostrarán».

Los dos mossos acusados se autoexculparon y apuntaron hacia otro furgón presente en la zona.