Por el estrechamiento de un carril. "¡Me quieren cortar!". La llamada de socorro, escrita en un folio, está pegada a una acacia situada en el número 46 de Blasco de Garay, en Chamberí.

Al árbol, que lleva varias generaciones en el barrio, le quedan tres telediarios: hace poco se instalaron aletas de tiburón para delimitar el carril-bus y ahora estos vehículos tienen que circular más arrimados a la acera, por lo que a veces el espejo retrovisor golpea el tronco.

Los vecinos opinan

"Podrían ensanchar el carril-bus, pero el Ayuntamiento considera que es mejor cortar un árbol centenario. ¡Es injusto!", se queja Montaña Hernández, que escribió una carta a 20 minutos. "Ese árbol lleva aquí desde los tiempos de mi abuelo y tiene derechos, como todo ser vivo", dice Isidoro, otro vecino.

El Ayuntamiento afirma que el árbol ronda los 40 años y no tiene una protección especial. "Está inclinado, tiene hongos, corre el riesgo de caer sobre la calzada y los autobuses chocan contra él", dijo una portavoz. "No se cortaría si no fuera necesario. Además, será sustituido por otro".