El exdirector de los Mossos d'Esquadra Manel Prat ha admitido este lunes por primera vez que la herida que dejó ciega de un ojo a Ester Quintana "solo pudo ser causada" por una actuación policial, y ha lamentado que Interior no tenga pruebas para determinar quién le disparó y con qué tipo de proyectil.

Prat, que dimitió en mayo de 2014 con Ramon Espadaler ya al frente de la conselleria, ha declarado hoy como testigo en el juicio que se celebra en la Audiencia de Barcelona contra un subinspector y un escopetero de los Mossos acusados de reventar el ojo a Quintana por el disparo de una pelota de goma tras la manifestación por la huelga general de 14 de noviembre de 2012.

El exdirector de los Mossos, que hasta ahora se había resistido a asumir que Quintana resultara lesionada por la actuación de los agentes, ha reconocido hoy que, por el "tipo de herida", la lesión solo podía haber sido causada por un dispositivo policial, y ha afirmado que él mismo indicó a los servicios jurídicos de Interior que iniciaran los trámites para indemnizar a Quintana.

"Estoy convencido de que la herida fue por una intervención policial", ha insistido Prat, que ha justificado su cambio de posición en que los primeros informes no indicaban esa hipótesis, pero a medida que avanzaba la investigación, ha añadido, "se veía que solo podía ser por eso".

El Departamento de Interior no reconoció hasta julio de 2015 que Quintana había resultado herida en el marco de una actuación policial, lo que motivó que meses después la indemnizara con 260.031 euros.

Tras admitir que los Mossos d'Esquadra no "han hecho suficientemente bien" la investigación para determinar el arma y el autor del disparo que lesionó a Quintana, Prat ha asegurado que "la única razón" que movió a Interior desde el primer momento fue "averiguar la verdad".

En ese sentido, ha lamentado "profundamente" las "demasiadas versiones diferentes" que ha ido dando sobre los hechos el Departamento de Interior, que en 2012, con Felip Puig al frente, apuntó que Quintana podía haber resultado herida por un artefacto lanzado por los propios manifestantes.

Prat, que dimitió en vísperas de que el Parlament debatiera su cese por la gestión del "caso Quintana", ha asegurado ante el tribunal que, aunque "todo afecta", no fue éste el motivo de su renuncia al cargo de director de los Mossos.

El testigo, que ha confirmado que el 14-N no dio la preceptiva autorización al uso de pelotas de goma, ha explicado que Interior fue variando sus versiones sobre los hechos conforme iban apareciendo vídeos y nuevas informaciones sobre lo sucedido, pero ha lamentado que no se haya podido llegar a una hipótesis concluyente.

En ese sentido, ha afirmado que Interior no tiene "pruebas para determinar quién fue el responsable de los disparos" y ha apuntado que el juez instructor, al enviar el caso a juicio, no ha tenido en cuenta "otras hipótesis que podrían ser plausibles".

El exdirector de los Mossos ha arrojado así dudas sobre el caso al apuntar a la implicación de los agentes de otro furgón de la misma unidad antidisturbios, a los que Interior abrió un expediente reservado tras constatar que habían ocultado que el 14-N actuaron cerca del lugar donde Quintana resultó herida.

La declaración de Prat ha dado así aire a la defensa de los agentes encausados, que admite que Quintana resultó herida en una actuación policial, pero pone en cuestión tanto que fuera golpeada por una pelota de goma -apunta a la hipótesis de un proyectil de precisión- como que los acusados fueran los que dispararon.