Solana y Mayor Zaragoza, entre el millar de líderes que exigen "el fin de la guerra a las drogas"

  • Científicos, políticos y 'celebrities' reclaman a la ONU que lidere un nuevo enfoque antidroga basado "en la ciencia, la compasión, la salud y los derechos humanos".
  • Consideran que la política de drogas ha creado "vastos mercados ilícitos que han enriquecido a organizaciones criminales y a gobiernos corruptos".
  • Este martes arranca la primera asamblea de Naciones Unidas sobre el problema de las drogas en las últimas dos décadas.
El exresponsable de Política Exterior y Seguridad europea, el español Javier Solana.
El exresponsable de Política Exterior y Seguridad europea, el español Javier Solana.
Khaled Elfiqi / EFE
El exresponsable de Política Exterior y Seguridad europea, el español Javier Solana.

En la víspera de la cumbre de la Asamblea General de la ONU sobre el problema de las drogas, un millar de científicos, políticos y famosos de todo el mundo, entre los que figuran los españoles Javier Solana y Federico Mayor Zaragoza, han enviado al secretario general de la organización, Ban Ki Moon, una carta en el que reclaman "una verdadera reforma" de las políticas que suponga "el fin de la desastrosa guerra contra las drogas".

"El régimen de control de las drogas que emergió durante el pasado siglo se ha demostrado desastroso para la salud, la seguridad y los derechos humanos globales", señala la carta enviada.

Para los firmantes, el énfasis en la criminalización y el castigo "han creado vastos mercados ilícitos que han enriquecido a organizaciones criminales, gobiernos corruptos, generado una violencia explosiva, distorsionado los mercados económicos y minado valores morales básicos".

"La humanidad no puede permitirse una política de drogas en el siglo XXI tan ineficaz y contraproducente", defienden en ese sentido, por lo que reclaman un nuevo enfoque basado "en la ciencia, la compasión, la salud y los derechos humanos".

Entre los firmantes, además del exsecretario de la Unesco, Federico Mayor Zaragoza, y el exsecretario de política exterior europea, Javier Solana, figuran una docena de expresidentes y ex primeros ministros, incluidos los mexicanos Vicente Fox y Ernesto Zedillo, el brasileño Fernando Henrique Cardoso y el colombiano César Gaviria, así como un buen número de exministros. También respaldan el texto el senador y aspirante demócrata a la Casa Blanca Bernie Sanders y otros políticos estadounidenses en activo. Empresarios como Richard Branson y Warren Buffett, actores como Michael Douglas y Jane Fonda o cantantes como Sting figuran también entre los firmantes de la carta.

La sesión especial sobre el problema de las drogas (UNGASS) que celebrará la ONU entre el 19 y el 21 de abril será la primera reunión de este tipo en más de dos décadas y muchos países la ven como una oportunidad para impulsar un giro en las políticas mundiales en este ámbito, una cumbre llamada a marcar el principio del fin de la llamada guerra contra las drogas.

Con más y más países impulsando enfoques alternativos, de la cita de tres días que se celebra en Nueva York no saldrán medidas revolucionarias, ni tan siquiera un producto claro, pero sí un mensaje de cambio frente a la mano dura que ha imperado en las últimas décadas y que, cada vez más, se da por fracasada.

En el mundo hay 27 millones de drogodependientes, de los cuales 12 millones utilizan drogas inyectables como la heroína, y cada año mueren casi 200.000 personas por el consumo de estupefacientes. Mientras tanto, en muchos países las cárceles se han llenado de personas condenadas por pequeños delitos relacionados con las drogas y el combate al narcotráfico ha dejado miles de muertos.

La mayoría de los países europeos apuesta también por nuevas políticas, mientras que Estados Unidos se ha ido acercando poco a poco a esas posturas de la mano del presidente Barack Obama y con la despenalización e incluso legalización de la marihuana en algunos de sus estados. Frente a todos ellos, Egipto, Rusia o varios países asiáticos, incluida China, siguen defendiendo las estrategias de represión.

El documento oficial que aprobará la cumbre, negociado el mes pasado en Viena, es así un texto de mínimos fruto de la necesidad de consenso entre países con distancias extremas. Hoy en día, hay Estados que aplican la pena de muerte por la tenencia de productos, como el cannabis, que en otros se pueden adquirir legalmente para fines médicos o incluso recreativos.

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