La reina Máxima de Holanda se ha visto envuelta en una polémica en la visita que realizó con su marido, el rey Guillermo-Alejandro, a Alemania esta semana. Un detalle del atuendo de la monarca la ha puesto en el ojo del huracán.

Máxima llevaba un abrigo gris decorado con cruces, con la particularidad de que estaban confeccionadas con clavos, tornillos y alcayatas, entre otros elementos. Pero en una inspección más detallada, se ve que una de las cruces, hecha con alcayatas, recuerda a la cruz gamada o esvástica, símbolo del nazismo.

Se da la circunstancia de que la reina estaba visitando la ciudad de Nuremberg, en el land de Baviera, que fue considerada la capital espiritual del nazismo y donde Hitler realizaba sus más vistosos mítines de partido.