El presidente de la Sección de los Derechos de la Infancia y Adolescencia del Col·legi d'Advocats de Barcelona (ICAB), Xavier Puigdollers, capitanea una sercicio específico de atención a víctimas de abusos sexuales en los centros educativos de los Maristas cuyos delitos hayan prescrito. En equipo de abogados, médicos y psicólogos y trabajadores sociales les tratarán y asesorarán.

Los Maristas le pidieron expresamente a usted que creara este servicio de atención a víctimas de abusos.

Es una iniciativa que parte de la propia dirección de Maristas, que se sienten muy señalados por los acontencimientos a pesar de que han actuado con denuncias en los juzgados desde 2011 y llevan a cabo protocolos internos. Este es un servicio lo más objetivo posible y externo a la escuela. Atenderemos los casos que han prescrito porque los que no lo han hecho han de tratarse en los juzgados. La comisión quiere escuchar a las víctimas y acompañarles en esta situación y en las necesidades que tengan con profesionales de la abogacía, de  la salud (psicólogos especializados en abusos a menores), trabajadores sociales. Organizaremos reuniones e iremos avanzando.

Lleva pocos días en marcha, pero aún ninguna víctima se ha puesto en contacto con ustedes.

La comisión se está dando a conocer pero aún no nos hemos puesto en contacto con las personas que podrían acudir a nosotros. Creo que en esta situación, todo el mundo sigue aún sorprendido y a la expectativa y parte de las víctimas que han echo pública su situación aún no la han denunciado en los juzgados. Si el niño sigue siendo menor de edad, son los padres los que han de denunciar, si es ya mayor de edad, ya puede denunciar. Pero si no quiere hacerlo es difícil.

¿Qué pasos seguirán si contacta con ustedes alguna persona que aún no haya hecho público un caso de abusos en los Maristas?

Le ayudaremos jurídicamente. Lo que sí que queremos evitar es un efecto llamada.

¿Qué estamos haciendo mal a la hora de tratar estos casos concretos?

Depende de cómo se lean estas noticias, parece que los menores corren un grave peligro cuando van a la escuela. Los niños que conocen estas informaciones pueden pensar que mañana les podría tocar a ellos ser víctimas de abusos porque todo lo que se escucha son alertas. Los propios docentes también se pueden sentir señalados como sospechosos de abusar. Estamos marcando a los alumnos y haciéndoles ver que la escuela, en lugar de un lugar bueno y de referencia que les ayuda y les forma, es un lugar peligroso. Y ese es un mensaje terrible que estamos enviando a la infancia. Nuestro objetivo es tranquilizar y prestar un servicio abierto y objetivo.

La sección de infancia y adolescencia del colegio toca, no obstante, el derecho genérico del menor.

Sí, y la situación provocada en Maristas  y en otras escuelas por la salida a la luz de casos de abusos sexuales a menores ha focalizado el problema en los centros educativos. Aunque cabe recordar que, por desgracia, el 80% de los casos de abusos a menores se dan en el ámbito familiar. Dentro del 20% se hallan los abusos en la escuela, centros deportivos, actividades extraescolares, en la calle...