Su matrimonio con Alex Corrías sólo ha durado año y medio. Fue un noviazgo rápido. Eran viejos amigos que se reencontraron por casualidad en Roma a finales de 2005. En abril de 2006, Inés se casaba radiante y embarazada ante un reducido grupo de amigos en Londres. Cinco meses más tarde, el 21 de agosto, venía al mundo su hijo Diego, con cierto adelanto sobre la fecha en principio prevista. Y ayer la modelo anunciaba en la revista ¡Hola! que había decidido poner punto y final a su matrimonio.

«Nos hemos separado de mutuo acuerdo y de forma amigable», asegura Inés en la publicación. Sobre los motivos puntualiza que «no tenemos que justificar nada ante nadie».

Recientemente, el empresario y la modelo, que habla inglés, francés e italiano con la misma fluidez que el castellano de su Valladolid natal, paseaban por la playa en cariñosa actitud. Nada hacía pensar que tuvieran problemas en su relación.

Sin embargo, Inés es una mujer con las ideas muy claras: «Cuando un matrimonio acaba es porque se ha terminado lo que le unía: el amor de la pareja», afirma.

Carlos Saura la descubrió en su más tierna adolescencia para la película El Dorado. Fue elegida por la prestigiosa agencia Elite, pero ella declinó la oferta por sus estudios, que la llevaron a cursar Filosofía en la Universidad de la Sorbona en París. En la actualidad, compatibiliza una espléndida carrera como modelo con alguna que otra intervención en el celuloide.

Sus amores: ricos o famosos

Inés Sastre cuenta con un largo historial amoroso. Entre sus novios formales figuran Michel de Mailengrau D’Hembise (foto de arriba), un acaudalado belga con el que llegó a anunciar su boda, y Nick Taylor (foto de abajo), un maduro millonario inglés. El golfista Colin Montgomerie le marcó el corazón, Luis Alfonso de Borbón fue su amor platónico y con Colate tonteó.