Junta valora la expansión del arándano como una muestra de la "acertada" vocación diversificadora del sector

La Junta de Andalucía valora la expansión del cultivo del arándano en Huelva como una "muestra" de la "acertada" vocación diversificadora de un sector que, en su conjunto, "ha sabido ir más allá del monocultivo de la fresa para especializarse en toda la gama de berries".

La Junta de Andalucía valora la expansión del cultivo del arándano en Huelva como una "muestra" de la "acertada" vocación diversificadora de un sector que, en su conjunto, "ha sabido ir más allá del monocultivo de la fresa para especializarse en toda la gama de berries".

El delegado territorial de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Pedro Pascual Hernández, ha destacado este cultivo en la inauguración de la II Jornada Técnica del Cultivo del Arándano de la Provincia promovida en Moguer por el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Agrícolas de Andalucía Occidental, ha informado la Junta en una nota.

Ha resaltado, en este sentido, "la enorme aportación" de un fruto rojo "aún joven en Huelva, pero trascendental para el campo onubense", traducida, según ha concretado, en términos de "desarrollo social y económico, empleo, sostenibilidad y nuevas oportunidades".

Para el delegado territorial, el arándano, de hecho, no sólo genera riqueza, sino que "ayuda a asegurar la rentabilidad de ese embajador de la provincia que es la fresa", al contribuir al ajuste de la oferta a la demanda y, por tanto, a mejorar su precio en los mercados internacionales.

A su juicio, la incorporación de otras berries, en definitiva, "evita que seamos rehenes de un solo cultivo y de las adversidades, ya sean climatológicas, la competencia de otros países o las fluctuaciones de los mercados, que puedan afectar a una campaña concreta".

El responsable de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural en Huelva ha insistido en que "ésa es la clave del éxito del sector": haber sabido, sobre la base de la cooperación y la concentración de la oferta, apostar en los últimos años por una progresiva reducción de la superficie dedicada a la fresa — un diez por ciento menos en 2014 y un nueve por ciento menos en 2015 para dejarla fijada en 5.860 hectáreas— a favor de una creciente implantación del arándano, la frambuesa y la mora. Estas últimas rondan ya, en suma, las 4.000 hectáreas.

Esta visión estratégica, según ha señalado Pedro Pascual Hernández, "sin duda, ha ampliado las perspectivas y la competitividad de una producción agroalimentaria de la máxima calidad" que es "resultado, además, del esfuerzo constante por la investigación, la innovación, la incorporación de las técnicas de riego más sostenibles y la búsqueda de las variedades que más se ajustan a nuestros suelos, a nuestro clima y a los gustos del consumidor". Un punto en el que el arándano, ha apostillado, es "protagonista con mayúsculas, por su sabor y por su evolución".

No en vano, el cultivo que centra la jornada técnica organizada por el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Agrícolas de Andalucía Occidental es el que ha experimentado un mayor crecimiento en los últimos tiempos. Las 1.953 hectáreas contabilizadas en la presente campaña en la provincia —localizadas, en su mayor parte, en los términos municipales de Moguer y de Almonte— encarnan un incremento del 33 por ciento con respecto al ejercicio anterior para superar la superficie destinada a la frambuesa, que, con 1.815 hectáreas, ha visto aumentada su presencia en la geografía onubense en un 16 por ciento.

Investigación e innovación:

El ifapa

El delegado territorial de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Pedro Pascual Hernández, no ha dejado de hacer alusión tampoco al papel de la investigación en el campo de los frutos rojos, en el que ha aludido a la labor que este departamento desarrolla a través del Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera de Andalucía (Ifapa), con programas como Goodberry o Transforma.

El primero, bajo un presupuesto de 4,9 millones de euros financiados por la Comisión Europea, pone en común el trabajo de hasta 19 grupos de investigación de diez países diferentes con la mirada puesta en la mejora genética y en técnicas de cultivo para el desarrollo de frutos de alta calidad.

El segundo, que se lleva a cabo en la finca experimental El Cebollar, en Moguer, consiste en una serie de ensayos dirigidos al estudio de hongos patógenos en la fresa, el manejo y control de plagas y el análisis de diversas variedades de arándanos y otras berries.

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