Artistas que tengan el mismo estatus que estrellas del rock. Esa es la mínima pero directa apelación a la línea expositiva que llevará la nueva pinacoteca The Modern Contemporary Museum (MOCO en sus siglas en inglés), inaugurada en la zona más caliente para el arte de Ámsterdam, la Museumplein, plaza de los Museos, un espacio público situado en la zona sur de la capital holandesa. El MOCO abre sus puertas con sendas exposiciones de Banksy y Andy Warhol.

El MOCO es de propiedad privada y tiene intenciones claramente comerciales. Lo han promovido Lionel y Kim Logchies, propietarios de la LionelGallery que lleva dos décadas operando en Ámsterdam. Con la nueva pinacoteca buscan un público "joven, amplio e internacional" al que mostrar la obra de "pioneros y protagonistas probados" de la creación contemporánea moderna, club al que llaman los "rock stars del arte" y al que pertenecen, opinan, "de Picasso a Koons, de Hirst a Basquiat".

La ubicación elegida es perfecta desde un punto de vista logístico. El museo está en el número 20 de Honthorststraat, al lado de las grandes pinacotecas de la ciudad: el Rijks, el Van Gogh y el Stedelijk, y ubicado en la Villa Alsberg, un suntuoso palacete diseñado en 1904 por Eduard Cuypers. La villa, de cinco pisos y más de 1.200 metros cuadrados, aparecía a la venta en Christies's por 26 millones de euros.

El 9 de abril el MOCO celebrará la apertura de puertas con sendas muestras simultáneas Banksy: Laugh Now (Sonría ahora) y Warhol: Royal (Real). La galería de los propietarios del museo lleva como marchante los intereses de ambos artistas. La primera estará abierta hasta el 4 de septiembre y la segunda hasta el 3 de julio.

Ambas muestras agruparán ochenta obras. Lo más destacado es Beanfield, una obra de grandes dimensiones —2,5 por 3,5 metros— en la que Banksy muestra a un grupo de policías antidisturbios corriendo amaneradamente por un campo primaveral del que han recogido margaritas. La pieza no se había exhibido en público, dicen en el museo, desde 2009.

Aunque el museo asegura pretender dar acceso a un tipo de arte "que por lo general se oculta al público", casi nada hay de novedad en el par de muestras inaugurales. Del combativo Banksy se exhibe, por ejemplo, Four Monkeys (Cuatro monos, 2001), donde los chimpancés-anuncio advierten: "Puedes reirte ahora, para algún día estaremos al mando", y de Warhol, cómo no, una de sus perennes litografías de Marilyn Monroe.

La pinacoteca pretende invitar a curators para que presenten una exposición nueva más o menos cada tres meses. El espacio interno dedicado a las muestras será rediseñado con la misma frecuencia por el estudio de Piet Boon, uno de los más exclusivos de Holanda, que se encargó también de la remodelación de la villa y las instalaciones accesorios del museo: una tienda y un restaurante-café exclusivamente vegetariano. Las entradas al MOCO cuestan 12,5 euros para los adultos y seis para los niños.