La Feria de Abril es hoy una de las fiestas más importantes de la ciudad y uno de sus atractivos turísticos en su principal temporada en el sector, la primavera. Las experiencias que se viven en las 1.051 casetas que alberga el recinto de Los Remedios trascienden el mero jolgorio.

Además de ser una de las expresiones más vivas del folklore de nuestra cultura, la Feria es el motor económico de Sevilla para muchos negocios. A punto de cumplir 170 años de historia, repasamos aquí los orígenes de una manifestación cultural que ha evolucionado mucho desde sus inicios.

Un huracán. En 1842, y en plena recuperación de la invasión francesa, la ciudad sufrió un huracán que la dejó asolada. El pesar y el abatimiento eran una losa sobre el ánimo de los sevillanos. Fue entonces cuando dos concejales, José María Ybarra y Narciso Bonaplata, que ni siquiera eran oriundos de Sevilla, solicitaron al Pleno recuperar las ferias de Sevilla, que tenían lugar en abril y septiembre. Unas fiestas, cuyo permiso de celebración otorgó por primera vez Alfonso X el Sabio en 1254.

La primera feria. La primera fue aprobada por decreto por Isabel II el 18 de septiembre de 1846 y se celebró como Feria de ganado al año siguiente, entre los días 18 y 20 de abril de 1847, algo antes de lo previsto inicialmente para no hacerla coincidir con la Feria de Carmona.

De la sombra a las casetas. Comenzó su andadura con 19 casetas en el Prado de San Sebastián y fue un éxito de público. Tanto es así que los vendedores de ganado congregados pidieron al año siguiente más presencia de la autoridad porque «los sevillanos con sus cantes y bailes dificultaban la realización de los tratos».

Las primeras casetillas que formaban parte de aquel evento ganadero correspondían con las zonas sombreadas gracias a toldos y velas para que los tratantes descansaran de sus negocios. Su número fue creciendo a medida que la actividad comercial se fue reduciendo para dejar paso a la fiesta de cante y baile que es hoy día, donde más de un millar de casetas, en su mayoría de carácter privado, componen el recinto ferial.

Un huracán. La Feria tuvo su primera ubicación en el Prado de San Sebastián. En 1973 se trasladó al Real de Los Remedios, donde permanece hoy día, a pesar de que hubo intención por parte del Ayuntamiento de volver a moverla al Charco de la Pava, cuestión que la crisis económica frenó en seco.

La bata de faena de las gitanas. Las mujeres de los tratantes de ganado, muchas de etnia gitana, acudían a la Feria con sus trajes de faena, que llevaban con algunos volantes y delantal. Este es el origen del vestido de flamenca o de gitana, que se convirtió en atuendo tradicional en 1929, gracias también a la profesionalización del flamenco, que lo tomó como propio.