Desde el pasado sábado todos los estacionamientos de la región, sean públicos o privados, están obligados a cobrar por minutos, una modalidad establecida en la Ley de Mejora de la Protección de Consumidores aprobada por el Congreso en noviembre de 2006.

Cobrar por minutos debía suponer para los usuarios un alivio en sus bolsillos, pero la realidad es que los precios se han incrementado. Hecha la ley, hecha la trampa. Algunos establecimientos privados han subido sus tarifas hasta en un 44%, e incluso, según ha denunciado la Unión de Consumidores de España (UCE), hay quien cobra entre un 20 y un 50% más durante el primer minuto.

Media hora cuesta un euro

En los parkings municipales la tarifa se ha incrementado en las estancias más cortas, mientras que en las largas permanece igual. Así, un usuario que utiliza sólo durante diez minutos la plaza de garaje debe pagar ahora 0,35 céntimos.

Con el sistema anterior se pagaba un precio fijo por cada media hora (un euro) y después, por fracciones de cinco minutos. Es decir, que en términos proporcionales 10 minutos deberían cobrarse ahora a 0,30.

50 céntimos por 15 minutos

En los parkings públicos se pagan ahora 50 céntimos por 15 minutos, frente a los 45 del método anterior. La subida más significativa se nota en los tramos de 20 minutos. Si antes se pagaban 60 céntimos, ahora son 65, un 8,3% más.

En cuanto a la estancia media –que en la capital es de dos horas y treinta minutos–, se mantiene la tarifa: 5,20 euros. No ocurre lo mismo en el caso de los aparcamientos privados. Tal como comprobó 20 minutos, este tramo cuesta en algunos garajes 6 euros y en otros, como en María de Molina, puede llegar a los 7,60 euros. El minuto en los privados cuesta unos 5 céntimos, frente a los 3 de los públicos.