Los padres y familiares de los alumnos del colegio San José (Maristas) celebraron en la tarde de ayer una multitudinaria y polémica ‘asamblea extraordinaria urgente’ para debatir sobre la situación del transporte escolar y los accesos al nuevo colegio de la congregación religiosa.

Más de 300 personas abarrotaron el Salón de Usos Múltiples del Ayuntamiento de Logroño . La reunión, dirigida por los responsables de Apamar –la asociación de padres del centro-, mostró la preocupación y la indignación por la situación de inseguridad que se van a encontrar los matriculados a partir del próximo viernes 7, día en el que comienzan el curso los alumnos de Infantil y Primaria.

Una semana después harán lo propio los estudiantes de Secundaria. El nuevo colegio de Maristas suple al vetusto edificio que los religiosos poseían en el centro de la capital, concretamente en Calvo Sotelo, 40. Dicho inmueble está siendo derribado en la actualidad para la construcción de pisos y un establecimiento hotelero.

El centro recién construido, que sustituye al anterior, está situado muy próximo al término municipal de Lardero, en una ubicación que carece de los accesos necesarios para soportar el tránsito continuo de peatones, coches y autobuses.

En la asamblea de ayer los padres reclamaron la creación de nuevas aceras y unas condiciones mínimas de seguridad –protección en forma de vallas y personal- para los alumnos que decidan acudir al colegio en autobús urbano o a pie. De hecho, las paradas del servicio público están lejos del centro y obligan a los estudiantes a caminar por Calleja Vieja hasta el colegio, algo que alarma bastante a los padres por el tráfico que se puede generar en la zona y el escaso tramo de acera que hay.

Por otro lado, el colegio ha accedido a pagar autobuses privados hasta comienzos de año para el transporte de los alumnos, algo que se antoja insuficiente para los padres a tenor de la provisionalidad de los actuales accesos. También se solicitó que se concrete si se pueden utilizar los aparcamientos próximos al centro y en qué condiciones.

Desde Apamar no se descartan movilizaciones para reivindicar la seguridad en los accesos. En la asamblea se propuso una concentración en El Espolón e incluso realizar una pitada en el colegio.

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