La policía belga dispersa a cientos de ultras que irrumpieron en una concentración pacífica

Captura de la televisión belga RTBF del momento en que un numeroso grupo de ultras ha irrumpido en la plaza de la Bolsa de Bruselas, donde habían acudido centenares de personas para homenajear a las víctimas de los atentados.
Captura de la televisión belga RTBF del momento en que un numeroso grupo de ultras ha irrumpido en la plaza de la Bolsa de Bruselas, donde habían acudido centenares de personas para homenajear a las víctimas de los atentados.
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Captura de la televisión belga RTBF del momento en que un numeroso grupo de ultras ha irrumpido en la plaza de la Bolsa de Bruselas, donde habían acudido centenares de personas para homenajear a las víctimas de los atentados.

Cientos de radicales de extrema derecha, que fueron dispersados por la policía, han interrumpido este domingo una concentración pacífica de cientos de belgas que acudieron a la Bolsa de Bruselas para mostrar su rechazo al terrorismo tras el doble atentado en la capital el pasado martes, lo que ha provocado un enfrentamiento verbal entre los dos grupos.

Las fuerzas de seguridad detuvieron a una decena de personas de extrema derecha. Según la Policía bruselense, en torno a 340 seguidores violentos de diferentes clubes de fútbol se reunieron en Vilvoorde, en el Brabante Flamenco, para trasladarse hasta esa plaza de Bruselas. La Alcaldía de Vilvoorde indicó, por su parte, que eran unos 450 personas y la de Bruselas habló de unos 400.

Un portavoz de la policía de la zona de Bruselas-Ixelles dijo a la Agencia Belga que los ultras, que perturbaron la concentración en la Plaza de la Bolsa, destruyeron mobiliario urbano y lanzaron bengalas contra las fuerzas de seguridad.

Cañones de agua para dispersar a los ultras

Los agentes antidisturbios tuvieron que intervenir para ayudar a vaciar la plaza de la Bolsa gradualmente tras la llegada del numeroso grupo de ultras, que gritaban "Belgian hooligans", a los que rodearon y desplazaron y, luego, utilizaron cañones de agua para disolverlos.

"Estamos en nuestra casa", decían, al tiempo que aseguraban que ya han sido "demasiado tolerantes" con los extranjeros, cuando fueron increpados por ciudadanos molestos por haber interrumpido el homenaje a los 31 fallecidos de los atentados.

La tensión en la Bolsa era palpable dado que llegaron caminando con cánticos, bengalas y a paso rápido al lugar de la concentración, donde se habían reunido cientos de personas para mostrar su solidaridad con las víctimas, pese a haber sido aplazada por los organizadores a petición de las autoridades belgas por motivos de seguridad.

Los hooligans se colocaron inicialmente en un lado de la gran alfombra de flores, velas, mensajes, juguetes que depositan los belgas y turistas desde el pasado martes en la Bolsa, gritando a los manifestantes que se encontraban con banderas y pancartas encima de la escalinata desde donde fueron abucheados.

Poco después, decidieron "asaltar" la escalinata y desplazar a los ciudadanos que les encararon desde el otro lado y desplazar a todos ellos, hasta que, rodeados por los antidisturbios, fueron obligados a abandonar la plaza.

No faltaron los saludos nazis y las cervezas en mano de los ultras. Uno de los radicales respondió a un ciudadano flamenco que le dijo que no podía creer que buscaran un enfrentamiento en la Bolsa que "ya hemos sido bastante tolerantes" con los extranjeros.

El flamenco consideró que los hooligans "siempre buscan dónde crear follón", pero que lo hicieran en la Bolsa tras los atentados de Bruselas "es muy triste e inapropiado".

Finalmente, los ultras fueron llevados de nuevo a la estación de tren, adonde llegaron este domingo a mediodía procedentes de Vilvoorde.

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