Medio Ambiente destaca que la población reproductora del Alimoche se estabiliza en Andalucía con 24 parejas durante 2015

La Junta de Andalucía, a través del último censo que ha realizado la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio sobre la población reproductora del Alimoche, ha destacado que se ha fijado en 24 el número de parejas de esta especie establecidas en territorio andaluz durante 2015.
Ejemplar de alimoche
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EUROPA PRESS/JUNTA DE ANDALUCÍA
Ejemplar de alimoche

La Junta de Andalucía, a través del último censo que ha realizado la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio sobre la población reproductora del Alimoche, ha destacado que se ha fijado en 24 el número de parejas de esta especie establecidas en territorio andaluz durante 2015.

En un comunicado, la Administración andaluza ha apuntado que en esta temporada hay una pareja más de esta especie con respecto a 2014, debido a la recolonización de una nueva zona en la provincia de Cádiz. También se ha observado la presencia de dos parejas en Sierra Morena de Jaén, por primera vez, desde que los territorios quedaran desocupados, uno en 2010 y el otro en la década de los ochenta.

De las 24 parejas censadas en 2015 durante el periodo de cría, 12 se reprodujeron con éxito y 12 fracasaron, en gran parte por la muerte de ejemplares de adultos reproductores (58 por ciento). Cabe destacar que desde 2004 los fracasos reproductores relacionados con la mortalidad de adultos han sido 84, otros 14 como consecuencia de molestias y 88 por motivos desconocidos.

Asimismo, el número de pollos que han volado han sido 17, de los cuales once lo hicieron en las Sierras Béticas occidentales, tres en las Sierras Béticas orientales y tres en Sierra Morena.

A pesar de estos datos, la población andaluza de esta especie en peligro de extinción está sujeta a un declive moderado a razón del 4,70 por ciento anual, un hecho que, según explica la Consejería de Medio Ambiente, viene determinado por una tasa de mortalidad adulta inusualmente elevada, motivada principalmente por el uso ilegal de cebos envenenados, colisiones con parques eólicos y electrocuciones, sumándole a ello las molestias durante el periodo de cría, básicamente producidas por escaladores, aunque también por obras forestales, que "inciden de manera negativa en el éxito reproductor".

Con el fin de paliar esta situación, la Consejería desarrolla, desde 2004, un programa de actuaciones para la conservación del Alimoche en Andalucía que tiene como principal objetivo variar la delicada situación que atraviesa esta rapaz, provocada fundamentalmente por causas antrópicas.

Esta estrategia está basada en el control de la población reproductora y en la ejecución de las actuaciones necesarias para conseguir la supervivencia de los individuos, la salvaguarda de sus territorios de cría y la consecución de una reproducción exitosa.

Contra el uso de cebos envenenados

Entre las medidas que llevan a cabo destacan los trabajos de seguimiento de la población reproductora, marcaje de pollos e inmaduros para estudiar la su pervivencia y movimientos migratorios, aporte de alimentos en muladares o un estudio sanitario de la población.

A ello hay que añadir la colaboración que mantienen para luchar contra el uso de cebos envenenados el personal técnico de la Estrategia Andaluza contra el veneno de la Junta, agentes de Medio Ambiente de las Brigadas de Investigación de Envenenamientos de Fauna, el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil y los principales colectivos implicados, el ganadero y el cinegético.

El Alimoche, al igual que las otras aves necrófagas, es "muy beneficiosa", ya que al alimentarse de carroña reduce el riesgo de epizootias y ayuda a controlar riesgos epidemiológicos de numerosas especies silvestres, cinegéticas o ganaderas susceptibles al contagio de enfermedades por exposición a cadáveres de otros animales, especialmente de grandes mamíferos.

Es también "la más pequeña de las cuatro rapaces estrictamente carroñeras europeas y una de las más oportunistas en cuanto a su ecología trófica", alimentándose de cualquier tipo de carroña —mamíferos, aves, peces, reptiles y anfibios—, basuras domésticas, excrementos e insectos, lo cual la hace "muy vulnerable" al veneno, la principal causa de mortalidad.

En la actualidad se estima la cifra de 94 parejas reproductoras como población favorable de referencia, una cifra que corresponde al tamaño poblacional máximo estimado para el conjunto de la región en 1987 por el equipo del primer censo nacional de la especie, siendo la más elevada de cuantos censos a escala regional se ha realizado. Según el segundo censo nacional se obtienen 93 territorios potenciales, cifra muy similar a la anterior.

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