Médicos sin Fronteras también se retira del centro de registro en la isla griega de Lesbos

  • Considera que el acuerdo de la Unión Europea sobre la devolución forzosa a Turquía de los migrantes y refugiados lo convierten en un centro de detención.
  • Acnur había anunciado previamente que no colaborará con las autoridades europeas en el proceso de identificación de solicitantes de asilo en Grecia.
  • CEAR denuncia que Europa ha iniciado las expulsiones a Atenas sin asistencia legal ni garantías.
Refugiados y migrantes tras desembarcar de un barco del Servicio de Guardacostas griego, tras ser rescatados, en el puerto de Mytilene, isla de Lesbos.
Refugiados y migrantes tras desembarcar de un barco del Servicio de Guardacostas griego, tras ser rescatados, en el puerto de Mytilene, isla de Lesbos.
EFE/Stratis Balaskas
Refugiados y migrantes tras desembarcar de un barco del Servicio de Guardacostas griego, tras ser rescatados, en el puerto de Mytilene, isla de Lesbos.

Médicos Sin Fronteras (MSF) decidió este martes suspender sus actividades en el centro de registro de Moria, en la isla griega de Lesbos, al considerar que el acuerdo de la Unión Europea (UE) sobre la devolución forzosa a Turquía de los migrantes y refugiados lo convierten en un centro de detención.

"Hemos tomado esta difícil decisión de cesar nuestras actividades en Moria porque continuar trabajando en el interior del centro nos haría cómplices de un sistema que consideramos injusto e inhumano", afirmó Marie Elisabeth Ingres, coordinadora general de MSF en Grecia.

Ingres añadió que MSF no permitirá que la ayuda de esta ONG "sea instrumentalizada para llevar a cabo una operación de expulsión masiva". "Nos negamos a formar parte de un sistema que no tiene en cuenta las necesidades humanitarias ni de protección de los solicitantes de asilo y migrantes", dijo.

Desde este martes por la noche, MSF cesó todas las actividades relacionadas con el centro de Moria, incluyendo el transporte de los refugiados al mismo, las actividades de agua y saneamiento y las consultas médicas en la clínica dentro del centro.

MSF añade que continuará gestionando su centro de tránsito en Mantamados donde las personas recién llegadas a Lesbos reciben la primera asistencia. La organización médico-humanitaria también mantendrá sus actividades de rescate marítimo en las playas del norte de la isla y las clínicas móviles para quienes estén fuera del centro de registro.

El anuncio de MSF se produjo horas después de que la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) expresase críticas al acuerdo UE-Turquía y anunciase que no colaborará con las autoridades europeas en el proceso de identificación de solicitantes de asilo en Grecia porque están en centros de detención.

"Los refugiados están retenidos, no se les permite irse y nosotros no operamos en centros de detención, es contrario a nuestra política, con lo que no ayudaremos a identificarlos y registrarlos", advirtió desde Ginebra Fleming Melissa Fleming, portavoz jefe de Acnur. La agencia tampoco distribuirá ayuda humanitaria ni colaborará en las labores de traslado en las islas griegas.

Hasta ahora Acnur cooperaba con las autoridades griegas en la acogida de los refugiados que llegaban a las islas helenas desde Turquía, aportaban ayuda humanitaria, asistencia legal y se ocupaba de algunos traslados desde la playa hacia los centros de acogida, y de esos centros hacia el puerto donde embarcaban hacia el continente.

"Caos e improvisación"

La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) ha denunciado por su parte "el caos y la improvisación" de las medidas puestas en marcha por la UE tras la entrada en vigor del acuerdo al iniciar el desalojo de los campamentos de refugiados en Lesbos.

"Los países europeos han tenido mayor voluntad política en unos días para iniciar las próximas expulsiones de personas refugiadas a Turquía que toda la que han demostrado durante meses para acogerlas", lamenta Estrella Galán, secretaria general de CEAR.

Tras conocer de primera mano la situación en la isla, la organización coincide en denunciar que el anterior campamento de Moria se ha convertido en un centro de régimen cerrado custodiado por la Policía y que se obliga a posibles solicitantes de asilo a subir esposados a los barcos sin informarles de su destino. "Unos traslados que se hacen según la nacionalidad y sin tener en cuenta que los afectados pueden ser víctimas de algún tipo de persecución y por tanto merecedoras de protección internacional", agrega la organización, que critican que se impida al personal voluntario atender a los refugiados como lo viene haciendo desde hace meses.

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