Fernando, emigrante en Reino Unido: "Siento que mi país me ha echado de forma obligada"

  • "En Hamburgo me pagan por el mismo trabajo en prácticas que en España querían que hiciera gratis", dice Amaia, publicista madrileña de 24 años.
  • "Ni ayuda a nuevos creadores, ni oposiciones. Esa recuperación de la que hablan, ¿donde está?", añade Antonia, maquilladora de 32 años en Chile.
  • Fernando, auxiliar de enfermeria en Inglaterra: "Es frustrante, siento que mi país ha echado de forma obligada a toda una generación de jóvenes".
  • A FONDO: Sigue el éxodo: los españoles que viven en el extranjero subieron el año pasado un 5,6%.
Fernando Moreno, gaditano de 28 años, vive en Cheltenham (Reino Unido): "Se nos ha vendido que estudiar una carrera era importante para tener futuro. Pero es mentira".
Fernando Moreno, gaditano de 28 años, vive en Cheltenham (Reino Unido): "Se nos ha vendido que estudiar una carrera era importante para tener futuro. Pero es mentira".
F.M.
Fernando Moreno, gaditano de 28 años, vive en Cheltenham (Reino Unido): "Se nos ha vendido que estudiar una carrera era importante para tener futuro. Pero es mentira".

Son las dos de la tarde y Amaia está a punto de entrar a su oficina en Hamburgo. Es un jueves frío en esta ciudad del norte de Alemania, once grados, dicen los termómetros. Más o menos como en España, a la misma hora. La situación térmica no ha cambiado mucho para esta madrileña de 24 años que emigró hace tres meses al país centroeuropeo para ganarse la vida. Pero su situación laboral ha mejorado de forma radical.

"Es incomparable", asegura Amaia al otro lado del teléfono, antes de retomar su jornada laboral vespertina como publicista en una agencia alemana. "En España me ofrecían seis meses de prácticas y no cobrar ningún salario. En cambio aquí me han hecho contrato. La tarea es similar a la que habría hecho en España y me pagan más de 1.000 euros", cuenta.

Currículum no le falta para que esta empresa alemana confíe en ella. Directora de arte y publicista, con un máster internacional a sus espaldas, hablando inglés a la perfección —"el alemán lo chapurreo un poco, voy a clases para mejorar"—, Amaia decidió no resignarse a las ofertas que le llegaban desde España. Un escenario que iba desde el becariado precario o los empleos de 300 o 500 euros. "Me esperaba esta situación en España, la he visto muchas veces con otras personas y sabía que tener un Máster no me serviría de nada en España".

Desengañada con la situación laboral en España, Amaia empezó a enviar currículums a empresas inglesas y alemanas. Después de algunas entrevistas, se decidió por la oferta que le llegó de una compañía de Hambugo. Ydesde noviembre, es una más entre los 2.305.030 españoles que vivenen el extranjero. Una cifra que ha aumentado un 56,6% durante la crisis y que el año pasado, pese a los brotes verdes de la economía española, creció un 5,6% respecto al anterior, según los datos que este jueves ha publicado el INE.

"Les causa sorpresa vernos a todos por aquí"

Amaia cuenta que, dentro de su grupo de amigos, la mitad ha tenido que empaquetar sus pertenencias para ganarse el pan en otros países.Y luego está el caso de Fernando. Este gaditano de 28 años tiene hasta a 20 amigos viviendo en la misma localidad inglesa, Cheltenham, una pequeña villa a 150 kilómetros de Londres. "Los ingleses me dicen que les causa sorpresa vernos a todos por aquí, que España es un lugar paradisíaco para vivir... pero claro, eso lo dicen porque solo nos conocen de cuando vienen de vacaciones".

Porque el paraíso laboral, en España, está desaparecido. Recuerda Fernando sus trabajos en un supermercado, en discotecas, de camarero. Empleo precario tras empleo precario. "Después de diplomarme en Relaciones Laborales hice prácticas en el ayuntamiento de mi pueblo, Barbate", asegura. Pero veía poco futuro en su campo. Así que se lió la manta a la cabeza. Y se marchó a Cheltenham en enero del año pasado. Otro más para la estadística del INE.

"Llegué a Inglaterra con poco dinero, trabajé limpiando la cocina de un restaurante de pollo frito, después repartí publicidad por la calle...".  Todo ilegal, todo sin contrato. Por sacar dinero los primeros meses, recuerda. Poco después le surgió una oportunidad mejor. Una residencia de ancianos buscaba a un auxiliar de enfermería. Ni siquiera necesitaba formación previa. Ellos le darían el entrenamiento necesario.

"Y allí trabajo hasta ahora", cuenta Fernando, que no solo valora haber encontrado un empleo, sino que a diferencia de España en Inglaterra "ofrecen la posibilidad de ascender" . Dice este vecino barbateño, que cobra más de 1.200 euros al mes, que le subirán de categoría al final del primer año.

"En España ya sé lo que me espera. No me planteo volver"

"Yo no conozco a mucha gente en Chile, soy de las primeras entre mis amigos", explica por su parte Antonia, que en enero partió hacia Santiago para perseguir su sueño de ser maquilladora. "En España la situación sigue estando mal, hay poco trabajo y al final acaban trabajando los mismos en las mismas producciones", explica esta catalana de 32 años con una dilatada experiencia como maquilladora en televisión y anuncios publicitarios, así como de formadora en escuelas de alta cosmética.

"Mi madre me preguntaba qué iba hacer a Chile que no pueda hacer aquí", dice Antonia. Pero no quería esperar más. Se lanzó a la aventura. Dejó su trabajo como asesora comercial de productos de cosmética y buscó su suerte en Latinoamérica. Allí no le esperaba nada, solo el sofá de algún conocido para comenzar a buscar trabajo. "Si me hubiese salido algo muy interesante no me habría ido, pero no ha sido así. Sigue sin haber nada en España en mi campo, ni ayuda a nuevos creadores, ni salen oposiciones. Esa recuperación de la que hablan, realmente no se donde está".

Ni Amaia ni Antonia piensan en volver. La primera, porque ha encontrado un trabajo en Alemania mejor que el que podría encontrar en España. La segunda, porque pese a no tener aún empleo en Chile, confía en que la situación sea mejor que en su país. "En España ya sé lo que me espera. Ni me lo planteo", dice Antonia.

"Mis amigos dicen que he hecho muy bien", asegura Amaia. "Aunque mi familia me echa de menos, no me planteo volver por ahora. Cuando acabe el período de seis meses de prueba... probablemente pueda quedarme".

El gaditano Fernando es aún más crítico con su situación. Su objetivo es regresar a España el próximo año, aunque encontrar empleo siga siendo igual de complicado que antes. "Me formaré más, en otro ámbito. Pero no sé. Se nos ha vendido que estudiar una carrera era importante para tener futuro. Pero es mentira. Siento que mi país me ha echado de forma obligada, que no se cuenta con los jóvenes para nada y que han despreciado a toda una generación".

Mostrar comentarios

Códigos Descuento