La Escuela Municipal Camp de l'Arpa cerró el pasado lunes 29 de febrero los dos patios y la entrada principal por motivos de seguridad, tras caer uno de los paneles de la residencia para ancianos y centro de día, Alchemika, que está adosada a la guardería.

Los hechos ocurrían la noche del viernes 27 de febrero, cuando por culpa del viento uno de los paneles del edificio colindante se desprendía golpeando los cristales de las ventanas inferiores que daban al patio.

A pesar de haber pasado ya casi tres semanas desde el incidente, los padres y profesores reclaman que sólo han podido conseguir que se realice una de las medidas que solicitaron, en su momento, con extrema urgencia: agilizar los trabajos de seguridad y limpieza de las zonas afectadas en las que quedaban algunos pequeños cristales.

"Han empezado a montar un andamiaje con un túnel que permite que podamos entrar ya por la puerta principal" explica David Peris, presidente del AMPA, y añade "Nos dijeron que el problema estaría solucionado del todo este martes y ahora, nos han dicho que tengamos paciencia, que se prevé que para el jueves este listo".

Desde el Consorci de Educación de Barcelona se dotó a la Escuela Municipal Camp de l'Arpa con una persona responsable de abrir la puerta de emergencia de 16:00h a 17:00h de la tarde. Aun así, durante el resto del día, el personal docente se ve obligado a dejar sus tareas para poder atender la entrada de emergencia.

"Nos dejaron escoger a una persona para que abriese desde dentro la puerta de emergencia que estábamos utilizando, ya que las profesoras no podían estar pendientes constantemente de esta entrada cuando los padres llamaban para traer a sus hijos" cuenta David Peris.

No obstante, la puerta de emergencia que utilizaban como entrada, se estropeó el pasado viernes 11 de marzo por la mañana y uno de los padres tuvo que saltar para poder abrir desde dentro. El pomo fue revisado, pero el problema no se solucionó hasta esta misma semana en la que han comenzado a realizar las tareas de limpieza.

Por otro lado, se ha limpiado uno de los patios que contenía, todavía, restos de cristal.

Sin embargo, han sido necesario limpiar cuatro veces las zonas afectadas, con máquinas industriales, ya que el tipo de suelo que hay es de caucho negro y esto ha dificultado la recogida de los pequeños trozos de cristal que quedaban en la zona.

"El caucho que nosotros tenemos en la escuela es de color negro, a diferencia del que hay en otros colegios. Llevamos ya cerca de un año intentando solucionar este tema, porque en las épocas de calor el material alcanza los 70 grados, se derrite y los niños se lo llevan a la boca. Incluso hemos tenido ya un niño con quemaduras, que ha tenido que ser atendido" cuenta David.

Desde el Ajuntament de Barcelona aseguran que están tomando medias y que "los operarios están trabajando en los desperfectos causados en el edificio colindante para asegurar la zona afectada", aun así, todavía no se sabe la fecha límite de las obras.