El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, ofrecerá este lunes en Bruselas que España dé asilo próximamente a unos 450 refugiados procedentes de Turquía, Grecia e Italia. Esta cifra queda muy lejos de los 17.000 que se comprometió a acoger y de los que hasta el momento solo han llegado 18.

Rajoy hará ese ofrecimiento en la reunión de los líderes de la UE para analizar la crisis de los refugiados y en la que previamente mantendrán todos ellos con el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu.

En esta cita con el jefe del Gobierno de Turquía se abordará la aplicación del Plan de Acción con el país, aprobado en una cumbre similar el pasado 29 de noviembre para facilitar la gestión de los refugiados procedentes de Siria y otras zonas de conflicto. El plan también pretende hacer frente a la situación generada por los inmigrantes irregulares que se desplazan principalmente desde las costas de Turquía a Grecia a través del mar Egeo como punto de partida de la denominada Ruta de los Balcanes Occidentales hacia el centro y norte de Europa.

España ha comunicado a la Comisión Europea que está tomando las medidas necesarias para reasentar próximamente a 285 refugiados desde Turquía, de acuerdo con sus compromisos con la UE. Igualmente, ha informado del próximo inicio de una nueva operación de reubicación desde Grecia e Italia.

El Ejecutivo español también está dispuesto a contribuir con medios humanos y materiales para asistir a Grecia en el acogimiento de los refugiados que se encuentran en su territorio.

Recuerda además que el país contribuirá con 152,8 millones de euros para facilitar asistencia a los refugiados que se encuentran en Turquía mediante organizaciones humanitarias en cooperación con el Gobierno turco.

Esta será la segunda cita en la capital belga a la que Rajoy acudirá como presidente en funciones, después de la celebrada en febrero y que concluyó con un acuerdo para facilitar la permanencia del Reino Unido en la UE.

Tras su reunión con el primer ministro turco, los líderes de los Veintiocho mantendrán el encuentro informal entre ellos para tratar también la cuestión migratoria pero ya desde la óptica interior de la UE.

En esa reunión se debatirá el funcionamiento y restablecimiento del espacio Schengen ante las medidas tomadas por algunos estados miembros que han establecido restricciones y controles en sus fronteras.

Se analizarán y decidirán también iniciativas de apoyo de las instituciones de la UE y de socios comunitarios a Grecia ante la acumulación de refugiados e inmigrantes irregulares en este país debido a los controles y restricciones fronterizos de varios países de la Unión Europea y de los Balcanes Occidentales.

Mientras esto ocurre en Bélgica, 148 refugiados procedentes de Grecia llegarán este lunes a Francia, como parte de los 30.000 que se comprometió a acoger este país en dos años en el reparto europeo decidido en septiembre pasado.

Las cifras las dio a conocer el ministro de Interior francés, Bernard Cazeneuve, que en un artículo publicado en la página web del diario Libération justificó la lentitud de la entrada de los refugiados.

""Si sólo unos cientos han llegado a Francia por ahora no es por falta de atractivo de nuestro país, ni de una mala voluntad debilerada. Es simplemente porque los dispositivos de acogida y de reparto de los refugiados en los hot spots (centros de registro y selección) no funcionan todavía más que de forma muy imperfecta", precisó.

Cazeneuve recordó, además, que el pasado año Francia acogió a "más de 80.000 demandantes de asilo, es decir, muchos más que el Reino Unido, por ejemplo", y que es "el único país que ha puesto en marcha un dispositivo específico para algunas víctimas" de Estado Islámico.

El ministro de Interior rechazó las acusaciones de que el desmantelamiento parcial del campamento de inmigrantes de Calais vaya a dejar en la carretera a cientos de personas. Dijo que el objetivo es, "con el aval" de la Justicia, "poner al abrigo" a sus ocupantes, que están allí "expuestos al frío", en medio del barro y "sometidos a la violencia de los traficantes que se esfuerzan en sacarles el precio de un improbable y peligroso proyecto para pasar clandestinamente" al Reino Unido.

Cazeneuve destacó que más de 2.900 inmigrantes han abandonado diferentes campamentos para ir a centros de acogida oficiales, y eso "desmiente el análisis" de que rechazan en masa "la perspectiva de pedir el asilo en Francia"