Un hombre de 59 años de edad y un mujer de 28, ambos de nacionalidad marroquí y naturales y vecinos de Beni-Enzar (Marruecos), fueron detenidos el jueves en Melilla tras darse a la fuga cuando los agentes de la Guardia Civil estaban verificando sus pasaportes al cruzar a Melilla por la frontera de Beni-Enzar. Llevaban oculto en su coche un inmigrante asiático de unos 40 años e indocumentado, aunque dice proceder de Bangladesh, según informó la Comandancia de la Guardia Civil de Melilla.

El varón, que conducía el vehículo, un Mercedes, de color gris, modelo 250D y matrícula de Melilla, aceleró para evitar el control fronterizo, ante lo que los guardias civiles del grupo de registro de la Sección de Beni-Enzar se interpusieron en su camino y le dieron el alto. El conductor, sin embargo, hizo caso omiso de las órdenes de los agentes, que tuvieron que apartarse para no ser atropellados.

Lo mismo pasó unos metros más adelante, mientras se efectuaba un control de contrarregistro. Dos patrullas le dieron de nuevo el alto, pero el conductor desobedeció también a los agentes, cuya integridad física estuvo en peligro, lo mismo que la de los viandantes y la de los ocupantes de otros vehículos que circulaban por la zona.

En su huida, el vehículo tomó una rotonda próxima a la aduana en sentido contrario y se dirigió al Polígono Industrial, pasó por el barrio del Real y llegó hasta el de la Victoria, donde pudo ser interceptado, a la altura del Estadio Municipal Álvarez Claro. Todo ello después de ser perseguido por varias patrullas del Instituto Armado.

El coche había circulado hasta entonces, en varias ocasiones, en dirección prohibida y a gran velocidad, con lo que hacía peligrar la seguridad de otros usuarios de las vías. Además, dejó destrozado, tras su paso, mobiliario urbano. Los ocupantes del vehículo, una vez interceptado, trataron de darse a la fuga a pie, pero fueron alcanzados y reducidos.

Aprisionado y entumecido

En el posterior registro del coche, se encontró oculto al inmigrante, que estaba aprisionado, en un estado de gran nerviosismo y con síntomas de agitación y entumecimiento y con dificultades para respirar. Por ello, fue ayudado a salir y necesitó de primeros auxilios.

En esta revisión del coche, se comprobó que se había creado un doble fondo entre el respaldo del asiento trasero y el maletero para ocultar al inmigrante. Además, al vehículo se le había retirado el depósito de combustible, por lo que se alimentaba mediante gomas de conducción de gas que iban hasta una pequeña garrafa oculta tras el filtro y los enseres que llevaba en el maletero.

El inmigrante será puesto a disposición judicial en calidad de testigo y posteriormente entregado al Cuerpo Nacional de Policía para que se le aplique lo dispuesto en la legislación en materia de Extranjería. Mientras, los detenidos pasarán también a disposición judicial, pero como supuestos autores de un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, así de como otro de desobediencia a los agentes de la autoridad y otro contra la seguridad de tráfico.

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