Tribunales.- Piden tres años de cárcel para el administrador de Acsur por "perjudicar" a sus empleados

Supuestamente dejó de abonar los salarios y mantuvo a unos 30 trabajadores en una nave "sin suministro eléctrico, ni agua"

La Fiscalía pide una pena de tres años de cárcel y multa de 6.750 euros para quien fue administrador de la empresa Acsur, R.J.D.G., acusado de un delito contra los derechos de los trabajadores, tras supuestamente realizar distintas acciones, ante la situación económica que atravesaba la entidad, "con la finalidad de perjudicar y hacer inviables" los derechos de unos 30 empleados a su cargo. El juicio se prevé celebrar desde el 1 al 3 de marzo en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Córdoba.

Según recoge la calificación del Ministerio Público, a la que ha tenido acceso Europa Press, la "mecánica" del procesado presuntamente consistió en dejar de abonar a los trabajadores los salarios correspondientes a las nóminas de los meses de enero, febrero, marzo y abril de 2013, así como la paga extraordinaria de diciembre de 2012.

Asimismo, el acusado desde el 25 de febrero de 2013 procedió a "dar vacaciones" a los trabajadores, si bien en determinados casos hubo personas que "llevaban ya 60 días en esta situación", al tiempo que "no dio ocupación efectiva a los trabajadores en alta y les mantuvo en una nave, sin suministro eléctrico, ni agua".

Igualmente, comunicó a los empleados que iniciaran una demanda de extinción de contrato "si querían poder acceder a una solución a su situación de precariedad laboral", de forma que supuestamente se les negó cualquier otra solución que emanase de la empresa, tales como un expediente de regulación de empleo extintivo o el despido individual.

Con esta actuación, "agravó voluntariamente la precaria situación de los trabajadores de la entidad, tratando de conseguir que solicitaran su baja voluntaria, renunciando a sus derechos al encontrarse en una situación tan precaria como la de no poder mantener a sus familias y sus obligaciones de pago", según detalla el fiscal.

Al mismo tiempo, agrega el escrito, "con la finalidad de eludir sus obligaciones", el acusado constituyó una mercantil, que es "una auténtica sucesión de la empresa, ocultando un efectivo cierre de empresa y continuando con la mercantil, creada con la única finalidad de exclusión de responsabilidades laborales, con un funcionamiento unitario, la prestación de trabajo común y la confusión de plantillas", al tiempo que asumió el contrato que tenía con la Empresa Municipal de Aguas de Córdoba (Emacsa), "perjudicando los derechos de los trabajadores".

A juicio del Ministerio Público, de este modo el procesado "estaba ocultando un efectivo cierre de empresa o cese de sus actividades, sin la autorización laboral pertinente y sin utilizar los mecanismos legales para rescindir los contratos con sus trabajadores".

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