La consejera de Hacienda de la Junta de Andalucía, María Jesús Montero, ha defendido este jueves que en el marco de la reforma del debate del impuesto de sucesiones también deben abordarse otros dos, la posición del Gobierno central al respecto y la financiación autonómica.

En declaraciones a los periodistas en el Parlamento andaluz, ha dicho que hay "dos materias fundamentales" que deben abordarse en el debate sobre el cuestionado impuesto. Por una parte, la posición del Gobierno central al respecto, ya que, si bien "sería bueno y conveniente que se produjera una armonización del impuesto para todo el territorio", eso supondría que el Gobierno tendría que compensar a las comunidades autónomas que han tenido el impuesto.

"Tendrían que ser compensadas y tendrían que recibir esos recursos", ha subrayado Montero, que, además cree que este debate debe ir "acompañado" del de la financiación autonómica ya que el impuesto de sucesiones fue una "capacidad normativa" que el Estado dio a las comunidades "en lugar de (darles) dinero".

Así, "si hay que cuestionar su validez o homogeneidad habrá que acompañarlo de ese otro debate sobre la financiación regional que permita obtener ingresos por otras vías que garanticen la prestación de servicios", ha recalcado la responsable de Hacienda andaluza.

La consejera ha defendido que la corrección anunciada en Andalucía persigue "aliviar el error de salto en las herencias" y hacerlo compatible con la "correcta prestación de servicios públicos". "Ese es el equilibrio de la fiscalidad que nos permite ser iguales ante la salud o la educación", ha dicho.

En ese sentido, ha abogado por hacer una propuesta que permita que las familias medias puedan beneficiarse de esa corrección que se va a hacer, a la vez que la comunidad autónoma pueda seguir prestando los suficientes servicios públicos y, en cualquier caso ha pedido que no se haga, "como hace el PP", demagogia con este asunto.

La titular de Hacienda ha previsto que los foros diseñados para abordar la corrección del error de salto saldrán con un "acuerdo cristalizado" que, según sus palabras, responderá a lo que se necesita en Andalucía, así como en el resto de España y Europa.