La película El renacido, del mexicano Alejandro González Iñárritu, fue el triunfador de la 69 edición de los Bafta del cine británico, con cinco premios, a mejor película, director, actor protagonista (Leonardo DiCaprio), dirección de fotografía (Emmanuel Lubezki) y sonido.

El actor estadounidense Tom Cruise fue el encargado de hacer entrega de la máscara dorada al equipo de El renacido en una abarrotada Royal Opera House, en el West End londinense, donde se celebró la gala de los premios de la Academia Británica de las Artes Cinematográficas y de la Televisión.

Sin embargo, en lo anecdótico el cine quedó ensombrecido por los comentarios sobre el aspecto de Tom Cruise, al que se le pudo ver con un rostro particularmente hinchado, sensiblemente distinto a cómo el público está acostumbrado a ver al actor de Top Gun, Entrevista con el vampiro o Misión: Imposible.

En las redes sociales inmediatamente comenzaron las especulaciones sobre ese cambio de aspecto, que se atribuían tanto a un aumento de peso como a un retoque estético, por el que fue comparado con la actriz Renee Zellweger, que se sometió a un proceso estético que le cambió visiblemente el rostro.