Un año para los Juegos de Pekín

  • Casi todas las obras ya están acabadas.
  • La contaminación y el tráfico preocupan a la organización.
  • Se critica estos días que China no respeta los derechos humanos.
Unos trabajadores barren las gradas de la cancha de voleibol de Chaoyang Park Beach, uno de los escenarios de los próximo Juegos Olímpicos de Pekín 2008, a un año de su celebración (EFE).
Unos trabajadores barren las gradas de la cancha de voleibol de Chaoyang Park Beach, uno de los escenarios de los próximo Juegos Olímpicos de Pekín 2008, a un año de su celebración (EFE).
EFE
Unos trabajadores barren las gradas de la cancha de voleibol de Chaoyang Park Beach, uno de los escenarios de los próximo Juegos Olímpicos de Pekín 2008, a un año de su celebración (EFE).

La cuenta atrás del gran reloj de Tiananmen marca este miércoles 365 días para los Juegos Olímpicos. China aspira a organizar los mejores juegos de la era moderna.

Desde que en 2001 fuera elegida sede olímpica, la ciudad ha ido ultimando los preparativos , de forma lenta y silenciosa en los primeros años y frenéticamente en la actualidad. Las cinco mascotas dominan la ciudad.

La ciudad, invadida de logos olímpicos y relojes que marcan la cuenta atrás, ya tiene casi finalizadas todas las veinte nuevas instalaciones deportivas. La mejor, el futurista estadio olímpico.

Coches y humo

Las mayores preocupaciones de la organización giran en torno al tráfico y la contaminación, los dos grandes males de un Pekín que ha crecido rápido y de forma un tanto caótica.

Este verano, como casi todos, la capital está envuelta en una gris y húmeda capa de polución a la que contribuyen en gran parte el polvo de las obras y el humo de los tres millones de automóviles que circulan por la ciudad.

El mismo presidente del COI, Jacques Rogge, reconoció la gravedad de la polución en Pekín, y dejó entrever que podría causar demoras en la celebración de pruebas deportivas.

La solución pasa por "parches": para reducir el tráfico prohibirá la circulación de un tercio de los autos en agosto de 2008, e intentará conseguir cielos azules bombardeando las nubes con yoduro de plata y provocando así lluvia artificial.

Muchos extranjeros vinculados a la organización, además, reconocen la dificultad de coordinarse bien e incluso entenderse con sus colegas chinos . La burocracia, excesiva, y la descoordinación que genera son otros problemas que preocupan a un año de los Juegos Olímpicos.

Civismo y críticas

Una parte muy importante de los preparativos son las campañas de civismo , ya que, en la "jungla de asfalto" que es Pekín, la gente suele mostrar un comportamiento algo rudo con el prójimo.

Los consejos del alcalde, Wang Qishan, que criticó en numerosas ocasiones la rudeza de sus conciudadanos , parecen surtir efecto, y en los últimos meses ya se comienzan a ver vagones en los que la gente no empuja para entrar, y pequineses haciendo colas.

Pese a humos, atascos y rudezas, el principal quebradero de cabeza está fuera del país, donde todo tipo de organizaciones usan los JJOO para criticar constantemente a Pekín y las violaciones de derechos humanos en China.

A medida que se acerca la fecha mágica para el inicio de los Juegos, el 8 del mes 8 de 2008, arrecian las protestas, y sólo esta semana, activistas de Reporteros Sin Fronteras (RSF) y Estudiantes por un Tíbet Libre se manifestaron.

Otro problema político para Pekín 2008 lo ha creado algo aparentemente tan inocente como el relevo de la antorcha, ya que el comité organizador quiere que pase por la isla de Taiwán pero el gobierno de ese país, independentista, se muestra reacio a ello.

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