Seis equipos de socorro, apoyados con maquinaria pesada, intentan rescatar, vivos o muertos, a los seis mineros que permanecen atrapados en una mina de carbón en Utah, aunque las autoridades han advertido de que la operación de rescate podría durar tres días.

Las autoridades no han podido establecer todavía contacto con los seis mineros, tres de ellos mexicanos, que el lunes quedaron atrapados a 457 metros de profundidad tras desplomarse la mina Crandall Canyon, cerca de Huntington (Utah).

Las autoridades desconocen si los mineros están o no con vida, pero han indicado que al menos saben su ubicación y que cuentan con suficiente agua, comida y tanques de oxígeno para varios días.

Sin embargo, han advertido de que las tareas de rescate, que incluyen despejar túneles obstruidos con la ayuda de al menos 30 tipos de maquinarias pesadas, podrían llevar al menos tres días.

Las televisiones locales mostraban decenas de camiones y vehículos de emergencia en los alrededores de la mina, mientras 134 socorristas, divididos en seis equipos de rescate que trabajan desde el lunes por turnos, realizan una perforación de 460 metros de profundidad para encontrar a los mineros.

En medio de conjeturas e informes contradictorios, las autoridades tampoco pueden aclarar por ahora si un terremoto de 3,9 grados en la escala Richter fue lo que provocó el desplome, o si fue el derrumbe en la mina lo que activó el registro sísmico.